Creo que sería maravilloso que en algún momento
fuéramos capaces de portarnos como niños
, porque como dice Paulo Coelho: “Un niño siempre nos puede enseñar tres cosas
a los adultos: A ponernos contentos sin motivo, a estar siempre ocupados con
algo, y a saber exigir con todas nuestras fuerzas aquello que deseamos.
-En algún momento después de la adolescencia ,
empezamos a madurar , o creemos que lo hacemos, e interiorizamos desde muy
jóvenes una serie de ideas que ya van a pasar a formar parte de nuestro credo,
a pesar de que sean inexactas y poco realistas.
-Los niños son muy sinceros, y se atreven a intentar subir a un tobogán por donde se baja, porque no tienen ningún
problema en hacer cosas diferentes, ni en cambiar de opinión cuando se dan cuenta de que eso no es verdad, o
no les gusta, o no les sirve, o les hace desgraciados.
-La sociedad ataca con dureza al adulto que se
atreve a hacerlo, y le tacha de chaquetero, inmaduro, mentiroso, veleta,
incoherente……aunque si lo pensamos fríamente, cambiar de opinión es una prueba
inequívoca de madurez, y significa todo
lo contrario.
-Los padres y los adultos que trabajamos con
niños, tenemos una gran responsabilidad ya que les hacemos creer en una serie
de cosas que nos dijeron a
nosotros, como que ” la letra con sangre
entra”, o que “quien bien te quiere te hará llorar” y no solo no son verdad,
sino que son consejos malísimos.
-Enseñamos a los niños a pensar de manera
cuadriculada, cortándoles las alas a su creatividad; queremos que hagan las
cosas a nuestro gusto y manera y que destaquen y sean brillantes en ellas, porque sin darnos cuenta, buscamos resultados.
-Para demostrar que los niños cuando les dejamos
solos son capaces de pensar de manera libre e inteligente, solamente hay que
leer uno de los ejercicios de las
pruebas de admisión, que tienen que resolver los niños en Hong Kong a los 6 años para ser
admitidos en Primaria.
-La pregunta es esta : ¿ En que plaza de
aparcamiento está estacionado el coche de la ilustración?.
-Casi todos niños lo resuelven en segundos, así
que se ha hecho el experimento de ponérselo a estudiantes de secundaria, que
también lo sueln resolver en pocos minutos, pero lo más curioso es que cuando se
les ha puesto a universitarios muy preparados y a adultos, estos están
rompiéndose la cabeza durante horas tratando de encontrar la respuesta.
- La solución es bastante fácil, pero para
contestar hay que dejar de lado el pensamiento lógico, y enfocar el problema de
forma creativa e indirecta, que es lo que se conoce como pensamiento lateral, fomentado por la cultura oriental.
-Vamos a intentar dejar libre nuestra
imaginación y permitirnos utilizar ese pensamiento lateral del que yo carezco y
que usan tan bien los chinos.
-Buenas noches