El otro día, haciendo zapping, me encontré con
una entrevista rápida en las calles de Nueva York, al Dr Luis Rojas Marcos, un
psiquiatra, investigador, y escritor
andaluz, que entre otras muchas cosas es profesor de psiquiatría en la
Universidad de Nueva York.
-Hablaban con él de la felicidad, y me
sorprendió oír de su boca que en España está
muy mal visto decir en público que eres
feliz o que eres optimista, porque
enseguida te etiquetan como soñador,
iluso, e incluso loco.
-Somos un pueblo aficionado a quejarnos, y estas
cosas se ven más fácilmente en las poblaciones más inocentes que en este caso yo creo que
son los niños y las personas mayores.
-Cuando se reúnen un grupo de niños, y pueden
hablar con libertad, (en el recreo, o en un parque), si alguno se hace “una
pupa”, los demás competirán contando que ellos tienen una, o que tuvieron
una mucho más grande.
-En los ambulatorios, los mayores compiten de la
misma forma, hablando de sus operaciones , y siempre hay alguno que se ha
operado muchas más veces que el resto, o que toma más pastillas.
-En cambio, raramente cuentan sus momentos
felices a los otros, porque sin querer , desde hace muchísimo tiempo, hemos
creado una cultura de la queja.
-Me parece absurdo e injusto que nos dediquemos
en cualquier reunión a quejarnos de las injusticias del mundo, y que casi nunca
señalemos las cosas buenas, porque aunque parezca un contrasentido, esas
personas que tanto se quejan, no suelen ser personas infelices.
-Los hombres y las mujeres como afirma el Dr
Rojas Marcos pese a la incertidumbre y al sentimiento de vulnerabilidad que nos
afecta día a día, tenemos una gran capacidad para aceptarlas y enfrentarnos valientemente
a las adversidades.”El aire del Norte , hizo a los vikingos”, así que todos
somos un poco vikingos.
-Para ser felices, creo como el Dr Rojas Marcos,
que la clave está en que sepamos dividir nuestra felicidad en parcelas que se ocupen de las distintas
partes de nuestra vida; así nuestras parcelas de satisfacción, serán muchas, y no tendremos nunca que poner toda nuestra felicidad en
el mismo cesto.
-Nos podemos sentir satisfechos con nuestra
familia, nuestros amigos, nuestros ratos de ocio, incluso con nuestro trabajo,
y si en algún momento falla alguno, nos quedaránn otros , mientras nos recuperamos
del disgusto.
-Recordaremos siempre que la felicidad como un
lacayo vil, solo va detrás de los que son felices .
-Buenas noches