No podíamos dejar Paris sin visitar el Grand Palais que exhibe una exposición única en la historia sobre Monet. Según las palabras del presidente del Museo de Orsay Guy Cogeval:
-“Sería necesaria toda una vida viajando por varios continentes para poder ver las 200 obras que se exhiben en esta exposición”. Hay obras de museos de todo el mundo y de muchísimos coleccionistas particulares que jamás las habían prestado, por ejemplo, “La femme au jardín” que está en el Museo Hermitage de Moscú, nunca antes había viajado fuera de su espacio.
-Hicimos un recorrido a través de 2 plantas. Es una retrospectiva que abarca desde 1870, ( sus primeras obras realistas de juventud ), hasta la serie de nenúfares que regaló al estado francés para celebrar la victoria de la 1ª guerra mundial, y sus últimos experimentos que dieron paso al impresionismo.
-La visita resulta cansadísima, pues son demasiadas obras. A mí me han sorprendido, pues he encontrado un Monet distinto al que suelo ver en el museo d ´Orsay. Hay muchísimos cuadros de los que nunca había oído hablar.
-A mí me han encantado los cuadros de la playa de Trouville, (allí, se reunía la alta sociedad parisina en verano), pues se ve que fue una época muy feliz para el pintor, y todos tienen una luz y una alegría especial. Pinta mucho a su mujer, desde retratos formales, escenas domésticas, estudios sobre los efectos y el movimiento en la ropa cuando hace viento, hasta el de su lecho de muerte.
-Nos sentimos unas privilegiadas por haber podido ver esta exposición.
-Al salir, comimos en una terraza con estufas mirando al Sena, y después nos fuimos en autobús a la tienda de Bellas Artes, porque mi hija siempre compra aquí en París los lienzos, pinturas, pinceles y muchas cosas de gran calidad que solamente encuentra en París.
-Al volver de comprar los materiales, hemos conocido a una chica mejicana encantadora casada con un francés que se ha alegrado mucho de poder hablar en español. A nosotras también nos ha gustado oir una voz amiga, porque nuestro nivel de francés no es nada bueno, y nos supone un gran esfuerzo el tener que hablar francés todo el rato.
-Acabamos de llegar a casa, y estamos decididas a estudiar francés en cuanto lleguemos a Madrid, esperemos que nos dure la voluntad.