Vamos a comprarnos una caja fuerte y grande, donde podamos
guardar y proteger nuestros mejores recuerdos, porque al fin y al cabo estos
van a ser los que formen nuestra cuenta bancaria de la vida.
-Si atesoramos todos los recuerdos felices que tenemos cada
día a lo largo de nuestra vida, será maravilloso recordarlos en momentos de
bajo ánimo, de baja estima, de mala salud.
-Ayer lo pasaste muy bien en el cine, en el paseo, con tus
hijos, con tus amigos…….
-Detente un ratito a pensarlo, y atesóralo, para recordarlo
cuando pienses que todo te sale mal.
-Esa cuenta en la que vas a depositar todo lo bueno, irá
creciendo y creciendo, y sin darte cuenta, verás que eres una persona feliz,
porque recuerda que seremos tan felices como decidamos serlo.
-Nuestro cerebro completa el puzzle de nuestros recuerdos según nuestros deseos, así que de nosotros depende el que almacenemos buenos o malos recuerdos. ¡Yo, los prefiero buenos!
-Utiliza esta frase talismán: “¡Esto a mí, no me va a
afectar!”, y úsala cada vez que te quieran dar una mala noticia, o simplemente
cada vez que tengas que soportar a alguien negativo que te quita la energía.
Repite en voz alta: “¡Esto a mí no me va a afectar!”
-No pierdas tiempo nombrando las cosas malas ni a las
personas malas, porque eso les da poder.¡ Ignóralos, bórralos como hacen los
niños cuando se enfadan!.
-Muchas veces debemos ser como niños, pues su sencillez guarda
una buena filosofía de la vida.
-No te preocupes por algo que no sabes si va a pasar o no. Las
cosas casi nunca son tan terribles como nos las imaginamos en nuestros momentos
bajos.
-Si no tienen arreglo, ya no te preocupes, porque ya ha
pasado. Acéptalo, y enseguida pasa página, y si tiene arreglo, arréglalo, pero
no te preocupes.
-Comparte las cosas buenas con las personas queridas, pues
las alegrías compartidas se multiplican.
-Cuéntale tus inquietudes a los que te quieren. Pues los
problemas compartidos se dividen.
-Disfruta de cada momento como si fuera el último, porque
nunca sabes si lo será……
-Procura cuidar tu aspecto, porque tú eres tu propia tarjeta
de presentación.
-Agradece los detalles y los regalos por pequeños que sean,
ya que si ven que te gustan, te darán más.
-Practica le elegancia social del regalo y del detalle, son
cosas que a todo el mundo les gusta recibir.
-No te detengas en nada malo. Si tienes que enfrentarte a cosas desagradables, intenta pasar deprisa,
sin regodearte, porque la duración del disgusto la marcas solo tú.
-Da gracias a Dios cada día por todo lo que tienes, porque
el que no es agradecido no es bien nacido.
-No hables con la gente que te disgusta o que te hace
llorar, porque nadie se merece tus lágrimas.
-Piensa que hay mucha gente que no quiere a nadie, porque no
es capaz de amar. ¡Compadéceles!, porque se pierden lo mejor de la vida que es
querer y ser querido.
-No sufras por
alguien que se portó mal, ni le eches de menos, no merece que pierdas
tiempo, ni que le recuerdes…..
-Sonríe, porque si estás triste, al sonreír se irá tu
tristeza.
-Recuerda que para muchas personas, tú eres lo mejor.
-A veces la vida te enseña a gente mala, para que valores a
tanta gente buena.
-Ten la seguridad de que si actúas así, cada día serás mejor
persona y disfrutarás más de la vida.
-Disfruta cada día porque la felicidad está siempre en el
camino, no en la meta.
-Recuerda que no hay casualidades en el orden del Universo,
y que cada cosa que te ocurre, te ocurre siempre por alguna razón.