Me remuerde la conciencia, porque en vez de estar ahora
mismo sentada calentita delante de mi portátil, escribiendo mi blog, debería
estar subida a una escalera sacando mi ropa de invierno.
-La culpa la tiene mi hermana Mima, que me ha llamado para
decirme que ya tiene organizada toda su ropa de invierno, y que ha guardado la
de verano.
-Echaré la culpa a Madrid, con este otoño loco, en el que
hasta hace un par de días estábamos disfrutando de un veranillo bastante
caluroso, y aunque todos sabíamos que estaba a punto de llegar el frío, nos
pilló, como siempre de sorpresa, y de pronto, hace un par de días, nos
despertamos por la noche helados, y tuvimos que echarnos encima esa mantita que
tenemos para arroparnos en la salita, cuando vemos la televisión alguna noche.
-Sacar la ropa de pronto, es muy difícil, pues en junio, nos
esmeramos en dejar todo limpito y bien guardado con sus fundas y sus bolitas
antipolillas, así que sacarlo, requiere también su tiempo.
-Lo que me da más pereza, es tener que ponerme a revisar
toda la ropa de verano, para ver antes de guardarla que esté perfectamente
limpia, porque si nos despistamos, corremos el riesgo cuando la vayamos a sacar
de encontrarnos extrañas manchas, que, luego no hay quien las quite.A veces, a pesar de
guardarlas limpias, hay cosas en las que aparecen esas extrañas manchas que en
casa llamamos “Manchas de maletero”.
-Siempre nos pasa, que según vamos guardando, nos entra la
tentación de tirar la mitad de la ropa, porque no no la hemos puesto, y
pensamos que seguramente el año que viene tampoco nos la pondremos.
-Yo, escribí hace poco en este blog, que iba a deshacerme de
todo lo que no me había puesto , porque era lo más práctico; pero resulta que
este año, he ido a la boda de mi sobrino Javi muy elegante, con una falda larga
de gasa beige, y un corpiño de lentejuelas que no me había puesto en tres años.
- Mi amiga Elisa, me puso el chal de gasa, con mucho estilo,
y con el tocado, resulto un conjunto precioso, entonces, se me ha desmontado el
argumento de quitar todo lo que no me he puesto; así que voy a esperar a
mañana, y con la cabeza más fresca, pensaré que cosas merecen ser guardadas, y
pasar a formar “un fondo de armario” como aconseja Armani que siempre hay que
tener…….
-Los maleteros, son misteriosos, y cuando vas bajando las
cajas negras de ropa de invierno, empiezas a ver cosas de las que ni te
acordabas, y piensas que como es posible que tuvieras en una funda- maleta
tantísimos jerseys.
-Los zapatos alineados en sus cajas, no sé por qué extraña
razón, te suelen estar bastante incómodos, a pesar de que como me ha pasado a
mí, hayan sido tus compañeros de largas caminatas en París. Creoque tenemos los
pies acostumbrados a las sandalias, y a los zapatos descapotables, y de pronto,
cuando metes el pie en el zapato de invierno, resulta que te encuentras
incomodísima.
-Hace años, nos compramos dos dobladores de camisetas en la
tele tienda, uno para nosotros, para Madrid, y otro para mi hijo Daniel, ( para
su casa de París), nos parecía cuando veíamos el anuncio, algo básico en nuestra
vida; algo que nos iba a facilitar muchísimo el guardado de ropa.
- Confieso humildemente que solo lo usé un ratito, y que no
era tan maravilloso ni tan práctico como se veía en el vídeo promocional,
porque el tamaño en el que quedaban las camisetas dobladas, era raro,( pues yo
suelo poner dos filas), y era más grande del tamaño que yo uso , y más pequeño que la anchura del cajón, si
decidiera poner solo una fila, así que como no me resultaba nada práctico, creo
que este año, irá a la tómbola de la parroquia…..
-He sacado los rellenos de las fundas nórdicas, pero como mi
marido es un caluroso, en la cama nuestra que mide 1 m50, he metido solamente
por mi lado una funda de cama pequeña, para así yo tener edredón, y él , no. La
cama queda un poco desnivelada, pero que le vamos a hacer, es la única manera
de que no me destape con sus calores……
-Mañana por la mañana, desayunaré fuerte, y me pondré manos
a la obra.
-He estado leyendo consejos para ordenar la ropa de
invierno, y dicen que lo mejor es vaciar cada armario encima de la cama,
probarte cada prenda de invierno, y si te está bien, pues la guardas, y si no,
la pones en el rincón de dar.
-Después, vas guardando y doblando la ropa de verano,
apartando la que haya que lavar o llevar al tinte, y la que no quieres….
-Creo que no voy a tener más remedio que pedir unas pizzas,
porque no me dará tiempo a hacer la comida, ni creo que pueda terminarlo por la
mañana.
