- Los investigadores más modernos afirman como Eduardo Punset, que “El alma está
en el cerebro” y el amor también.
- “El amor incondicional” que sentimos ante nuestros bebés,
está en el cerebro, en la sustancia gris periacueductal, donde se encuentra el
centro de control de dolor excesivo
- En los padres de
recién nacidos, esta zona, les permite enamorarse de tal manera de su bebé, que
no precisan recibir recompensa ninguna a cambio de todos los mimos que les dan.
-A cada padre le parece que su bebé es el más precioso del
mundo, y le causa una tremenda emoción, el simple hecho de tenerlo en sus
brazos, y moriría, si fuera necesario por defender y proteger a sus hijos…..
-Nuestro cerebro, por lo visto, posee un auténtico “Mapa del
Querer”. Este curioso mapa está formado por 12 regiones que están directamente
implicadas en el amor, según ha
demostrado la famosa investigadora de la Universidad de Siracusa Dra Stephanie
Ortigue.
-Vamos a ver algunas de ellas, y lo que esconden……
La conciencia humana, se encuentra en la parte trasera de la
cabeza, en el llamado “ Cortex Posterior”, y en esta misma zona está la
percepción que cada uno tenemos de uno mismo. De esta zona depende la imagen
buena o mala que hemos formado sobre
nosotros a lo largo de nuestra vida.
-Si nos dan una recompensa, o si evitamos que nos hagan
daño, estamos activando el llamado “Córtex Medio”, que no es igual para todas las personas, porque
cada uno tiene unas diferencias basadas fundamentalmente en sus propias
vivencias de infancia.
-Si tenemos adicciones, la culpa es de VITA, siglas del
área tegmental ventral, porque aquí es
donde nace la Dopamina, y se regulan las adicciones……. .
-Pero la mayoría de los receptores de Dopamina, se
encuentran, se encuentran en el llamado “Cuerpo Estriado, que es una región que
se activa ante cualquier estímulo desconocido.
El amor, depende totalmente de “La Amígdala”, porque aquí se archivan nuestras memorias
relacionadas con la emoción, por eso es tan bueno que atesoremos muchas cosas
buenas que nos han emocionado, y que las recordemos a menudo para que no las
olvidemos nunca.
-Pero si una nueva emoción, nos parece que merece
recordarse, ese sentimiento se archivará en el “Hipocampo”. Intentaremos ahora
que lo sabemos, llenar nuestro Hipocampo de muchas cosas buenas.
-El amor, nos entra por los ojos, y, se activa
todo muy deprisa, cuando percibimos una imagen corporal que nos encanta. La sola
vista de la persona amada, hace que hasta nuestro corazón marche más deprisa
-El amor se escribe en nuestro cerebro con sustancias
químicas, y por culpa de ellas, nos volvemos dependientes, soñadores, guapos,
valientes, osados, invencibles….porque el amor, nos pone alas en los pies…..
-El flechazo comienza con la activación de los esteroides
sexuales, después comienzan los disparos de de dopamina y noradrenalina
centrales, es un auténtico cóctel combinado con neurohormonas.
-De esta misteriosa química, nace el amor, que es tan
necesario porque activa las áreas de recompensa cerebrales, que ayudan a
establecer lazos duraderos entre los seres humanos.
-El roce de la mano de la persona que amas, te pone la carne
de gallina, y te hace sonreir.
-Hay docenas de hormonas, empezando por la dopamina, que
será la encargada de enturbiar nuestro juicio, algo absolutamente necesario para
el amor, porque:
- “Si no idealizáramos a la otra persona, la relación
terminaría muy pronto, o ni tan siquiera empezaría”, según afirma Pamela
Reagan, Investigadora del Instituto Tecnológico de California.
-Podríamos seguir dando datos muchísimo tiempo, pero como gracias
a Dios, todos o casi todos nos hemos enamorado alguna vez, sabemos por nuestra
propia experiencia, que cuando estamos enamorados, adornamos a nuestras parejas
con una serie de dones, que a veces no vemos más que nosotros, ya que el
enamorado siempre tiende a idealizar.
-Dicen que la Dopamina es la protagonista del amor pasional,
pero se necesita la colaboración de muchas otras hormonas, como la Oxitocina,
y la Prolactina.
-Nuestra experiencia como padres es muy importante a la hora
de establecer parejas. El cariño que hemos recibido en la infancia, deja
huellas a nivel neuronal. Un niño querido, desarrolla ciertas zonas cerebrales,
que los no queridos, no.
-El afecto, tiene una función fisiológica que permite la
maduración de ciertas neuronas.
-Los bebés tienen
mejor estado general, si se les saca a
menudo de sus cunas, se les acaricia y se les demuestra cariño,
desgraciadamente esto se ha demostrado comparando su evolución con niños de
orfanatos a los que no se les mimaba.
-Los adultos y las personas mayores, mejoran mucho su estado
general, y se recuperan de una enfermedad, mucho mejor, si reciben caricias y
mimos.
- Así que vamos a tomar notas todos y a ser más cariñosos, y
a no avergonzarnos de demostrar con gestos nuestro cariño nuestro amor.