“El Contagio de la felicidad”, así se titula un estudio muy interesante del Framingham
Heart Study, publicado en el “British Medical Journal”.
-En este estudio, se recoge la información personal, social y
clínica de casi 5000 personas (desde el año 1945), que vivían en la localidad de Framingham,
Massachussets.
-Los resultados, no dejan lugar a dudas, y confirman que la
felicidad se contagia, entre amigos, y familiares, aunque no mucho
entre compañeros de trabajo.
-Así que esto, nos viene a confirmar lo que en el fondo,
nosotros ya sabíamos: que cuando estamos rodeados de gente feliz y positiva,
somos mucho más felices que cuando estamos con personas gafes y negativas.
-Si nos relacionamos directamente con gente alegre,( con un grado de separación),
tendremos un 15 % más de probabilidades de ser felices que si no lo hacemos.
-Lo curioso es que si nos relacionamos, con dos grados de
separación, (el amigo de un amigo) que es una persona alegre y feliz, tendremos
un 10% más de probabilidades de ser felices, y las personas que estén a tres
grados de separación, (el amigo de un amigo de mi amigo), tendremos un 6% de
probabilidad de ser felices.
-Este tipo de cosas, nos hace reflexionar y confirmar que la ley de la atracción, se cumple, y que
lo semejante atraerá hacia nosotros a lo semejante; así que tendremos que
ponernos las pilas, para intentar relacionarnos con la gente adecuada que nos
permita desarrollar toda nuestra potencialidad, y ser cada día un poco mejores;
porque así lograremos, no solamente ser nosotros más felices, sino que haremos
felices a todos los que se relacionen con nosotros, y lograremos que nuestros amigos, nuestro barrio, nuestra
ciudad…..sean cada vez más felices……será una hermosa cadena de felicidad……
-A todos, nos ha pasado a veces que hemos estado haciendo
caridad, e intentando ayudar a gente mala y negativa, y al final, no solo no
hemos conseguido ningún progreso ni ningún cambio en ellos, sino que nos han
arrastrado hacia su oscuridad, y nos han dejado tristes, y sin ganas de hacer nada.
-En el maravilloso libro “Conversaciones con Dios”, dice
claramente, que si quieres dar algo a alguien, primero tienes que tenerlo, así
que primero vamos a ser lo más felices que podamos , y así transmitiremos parte
de nuestra abundante felicidad a nuestra familia, a nuestros amigos, y a todo
el que se relacione con nosotros, porque se le contagiará.