Tenemos demasiadas preocupaciones, creemos que controlamos nuestra vida, pero no es cierto, la vida nos manda y nos maneja como si fuéramos marionetas.-Hace años, nos sentíamos orgullosos de ser como somos, nos parecía que nos habían educado para comprender a la gente.
- Yo, como soy la pequeña de cinco hermanos, siempre he tenido mucha empatía para sentir lo que sienten los demás.
- A todos los de mi generación, nos parecía que poder ayudar a que la gente se sienta mejor era un gran don; porque siempre hemos intentado comprender, los problemas que tenían nuestros amigos y seres queridos, para así poder ayudarles a encontrar más fácilmente una salida o una solución a sus problemas.-Ahora, que han pasado los años, me parece que no podemos seguir así.
- Nos involucramos tanto en los problemas de los que nos rodean, que estamos absolutamente agobiados, nos duele la cabeza, y nos entra una gran tristeza que a veces incluso, nos impide dormir......
-Creo que ha llegado el momento de que empecemos a pensar un poco menos en arreglar las cosas ajenas, y que debemos centrarnos (antes de que sea demasiado tarde), en arreglar un poco mejor, y en cuidar las nuestras.
-Somos sociables y cariñosos, y tenemos muchísima gente a la que queremos.
- Si sumamos, familiares, amigos, conocidos, e incluso algunos desconocidos que son amigos de amigos, y que nos cuentan sus cosas, pues resulta que hay días, como me pasa hoy a mí, que entre la salud de uno, el paro del otro, los problemas económicos de otro, pues resulta que tienes una angustia en el pecho que te impide respirar…….
- Así que estoy intentando encontrar una solución viable que no lastime a nadie, porque tampoco quiero empezar a decir a los que me pidan ayuda:- Por favor no me cuentes tu vida
-Intentaremos relajarnos y vaciar la mente de todas las preocupaciones propias y ajenas.
-Abriremos las puertas de nuestro corazón con inteligencia y mesura, para que poco a poco y sin prisa, encontremos la manera de sin desatender a los demás, poder ocuparnos un poquito mejor de nosotros mismos.
-Además, por mucho que nos empeñemos, si nosotros no nos sentimos bien, difícilmente podremos ayudar a nadie a sentirse bien, porque solamente puedes repartir algo que tienes….
-El agua vertida, es muy difícil de recuperar del todo, por eso seremos un poquito cautelosos.
-Los que de verdad nos quieren, lo entenderán enseguida, aunque les digamos muy bajito, que tenemos una hora un poco baja.
-Porque como dice un proverbio chino: “ Si quieres que tu amigo sepa lo que sientes, díselo”.
-Encontraremos la manera de que todos veamos que la vida siempre tiene cosas buenas aunque a veces nos cueste reconocerlo.....
