Cuando no vemos muy claro nuestro futuro.
- Cuando el trabajo
falla, y nos parece que no hay nada que podamos hacer.
-Cuando creemos que valemos
poco, y que cualquiera es superior a nosotros, tenemos que respirar hondo, y
confiar en nosotros en que nuestro momento llegará y también la
oportunidad que estamos esperando.
- Lo único que tenemos que hacer, es seguir buscando y
confiar.
-Voy a contaros el cuento del “Anillo de Oro”, que os encantará, porque tiene una interesantísima moraleja.
-En un lejano país, un alumno, llegó agobiado a hablar con
su viejo profesor, y le contó que no tenía fuerzas para luchar, que carecía de
trabajo, y que su futuro era tan negro, que pensaba que era tonto, que no hacía
nada bien, y que su vida no tenía solución.
El, había sido su profesor, y era tan sabio,que el chico había pensado
que quizás le podría ayudar a resolver su gran problema.
-El profesor le contestó, que en esos momentos no podía
atenderle, porque tenía una gran urgencia, pero que si le hacía un favor, al volver le ayudaría encantado a resolver su problema.
-El joven aceptó, y el profesor, le dió dentro de una cajita, un anillo de oro, que quería que le vendiera,
porque tenía una urgente necesidad de dinero.
- Le dijo, que montara en su caballo, y, que lo llevara al mercado, e intentara
obtener por él lo máximo posible; pero advirtiéndole, que no aceptara menos de una moneda de oro.
-El joven, montó en su caballo, y salió al galope.
-Al llegar al mercado, preguntó a unos mercaderes que si le
compraban su anillo, y al oir estos que quería una moneda de oro, se reían a
carcajadas en su cara.
-Solamente un viejecito muy amable le dijo que ese anillo
valía poco, y que el le daría una moneda de plata, así que siguió y siguió preguntando......
-El joven al acabar el mercado, volvió al pueblo muy
disgustado y le contó a su profesor, que le habían dicho muchos
comerciantes que ese anillo carecía de valor.
-El profesor le dijo:
-Creo, que para que salgamos de dudas, debes ir al joyero, y
preguntarle a él que es un experto, que cuánto vale el anillo, pero no se lo
vendas, por nada.¡ Vuelve aquí a contármelo!.
-El joven volvió a montar en su caballo, y llevó el anillo
al joyero como le había dicho su profesor.
-El joyero, lo miró despacito con su lupa, lo pesó y le
dijo:
-Dile a tu profesor que, si me lo quiere vender, ahora no
tengo mucho dinero, y que no le podría dar más que 58 monedas de oro.
-¡¡58 monedas de oro!!, exclamó sorprendido el joven.
-Sí, repuso el joyero, se que en circunstancias normales,
valdría más de 70 monedas, pero yo, ahora mismo, no puedo darle más.
-El joven llegó pasmado a casa de su profesor, y se lo
contó.
-El profesor, después de escuchar atentamente el relato del
joven discípulo, le dijo:
-Tú, eres como este anillo, eres una joya valiosa y única,
que solamente puedes ser valorada por un auténtico especialista.
-¿Crees que cualquiera puede descubrir tu verdadero valor? .
-¡Nunca olvides que tú eres como este anillo!
- MORALEJA: No debemos consentir que cualquier “mindundi”,
nos descalifique, y nos haga dudar de nuestro maravilloso potencial, y de la
cantidad de recursos y posibilidades que tenemos, porque nosotros valemos
mucho.