-Me encantan las vacas; son una fijación en mi
memoria; porque solo tengo que cerrar los ojos un instante, y al momento siento
su olor y se me llenan los ojos de Carranza (Vizcaya), ese maravilloso valle donde nació
mi padre, y toda su familia, y donde mi tía Quina y mi tío Manolo, tenían una preciosa casa vasca en medio de un gran prado lleno de manzanos, y una cuadra calentita con preciosas vacas y terneros.
-Las vacas son grandes cariñosas y tranquilas, y
si no las molestas, te ofrecen un bonito espectáculo, cuando en los días de
verano, están en el prado rumiando tranquilamente, a la vez que mueven el rabo
como si fuera un péndulo, espantándose las moscas.
-Debe haber mucha gente a la que como a mí
gustan las vacas, porque un espabilado granjero de los Alpes suizos, llamado
Albert, alquila sus vacas para sacarse una paga extra.
- Albert, tiene una preciosa granja con 20 vacas
lecheras y diez terneritos, a los que cuida y habla con cariño; y, están muy acostumbradas
a las visitas, ya que si pagas 300 euros , te invitará a subir a su granja, y una vez allí, desayunarás con productos
caseros y podrás pasar el día, jugando a ser granjero.
-El día en la granja, empieza muy temprano, a
las 5 de la mañana, suena el despertador, y trabajan todo el día sin parar
hasta casi las 7 de la tarde.
-Lo primero que hay que hacer, es subir a las
vacas a los prados del valle, que están en cuesta, porque esta es una zona montañosa, a que
disfruten comiendo la exquisita hierba fresca , en lugar del heno seco que
consumen durante el invierno.
-También te llevan a visitar la quesería donde
hacen el queso con la leche de sus vacas, y si quieres comprar queso, te harán
un descuento por ser propietario por un día de una preciosa vaca. También te
llevarán a visitar el lago Seealpsee, acompañados del pastor, y después te
presentarán a tu vaca, y si te animas, te dejarán ordeñarla
--Si tienes arte y buena mano, a lo mejor la
vaca se deja ordeñar, y puedes experimentar la sensación de ordeñar manualmente
una vaca.
-Ordeñar a mano, dicen que es muy difícil, y no
hay más remedio que hacerlo al menos una vez al día.
-El mejor lugar para el ordeño, será el establo,
así la vaca no se distraerá, y estará más relajada. Dicen los expertos,que si la pones delante su
comedero con cosas apetecibles; como,hierba, y alguna fruta no se dará cuenta
de que la estás ordeñando.
-Al llegar la noche, te ofrecen descansar en una
preciosa habitación abuhardillada, tapándote con una funda nórdica de cuadros rojos y blancos, con una vista por
el ventanuco parecida a la que disfrutaba la pequeña Heidi.