"SI NO TIENES LO QUE TE GUSTA, HAZ QUE TE GUSTE LO QUE TIENES"
De tí depende que tu vida sea feliz,debes escoger tus ingredientes.


martes, 11 de febrero de 2014

"Antes De Cambiar El Mundo Cambia Tu Casa"


Un proverbio chino dice: “Antes de iniciar la labor de cambiar el mundo, de tres vueltas por tu propia casa”.


- Este proverbio, me hace mucha gracia porque creo que tiene toda la razón, una conocida mía, era visitadora de una ONG, y se hizo famosa por su cariño y dedicación a los mayores, y un día, nos enteramos de que nunca iba a visitar a su madre que vivía en Madrid con una cuidadora……

-Yo no pretendo juzgarla porque no soy quien, pero sabemos por experiencia que es mucho más fácil ser amable con los de fuera que con los propios.

-Podríamos empezar a decir frases de la Biblia: “Es mucho más fácil ver la paja en el ojo ajeno que  la viga en el nuestro”.

-Entonces vamos a reconocerlo y antes de intentar arreglar el mundo, vamos a intentar arreglar nuestra casa que siempre tendrá algo que podemos mejorar.

-Mi madre que era una mujer muy lista, siempre que yo la comentaba (cuando  íbamos a  mediodía a comer a su casa desde el colegio),que estaba enfadada con mi marido por tal o cual cosa, me decía: 

-Paloma, hoy cuando vuelvas a casa del colegio, intenta tratar a tu marido como si fuera el marido de tu amiga Nieves que está de visita….. Piensa hija mía que tratamos con muchísima más educación y cortesía a las personas extrañas que a las de nuestra familia, y a veces un pequeño detalle cambia toda una vida.....¡Que razón tenía!

-Un día  una vecina mía me contó lo mismo, que su marido y ella se habían peleado, que discutían muchísimo……

Entonces yo le conté lo que me decía mi madre, y la aconsejé que probara un día a hacer  lo que mamá decía.


-Esa noche, cuando su marido llegó de la oficina, ya estaban los niños acostados, ella le dio un beso,  le saludó y le preguntó que si le apetecía tomar algo. 

Dice que se la quedó mirando un poco sorprendido, y dijo que sí, que se tomaría una cerveza fresquita. Ella fue a la cocina, cogió una cerveza,  puso unas almendras en un plato, una servilleta de papel y se lo llevó a la terraza.

-Su  marido, bebió un sorbo, cogió unas almendras y empezó a charlar del trabajo, contándola su día, y al poco rato, la pidió perdón por la discusión de la víspera argumentándola que estaba muy nervioso por problemas de trabajo, que la perdonara…etc….

-No pretendo ser machista con esta historia, ya que lo mismo valdría para una mujer, pero sí creo que no medimos con la misma medida a nuestros seres queridos que a los demás.

-Pienso que somos demasiado tolerantes y permisivos con los hijos, les disculpamos cualquier cosa, mientras que a nuestros maridos o a nuestras mujeres, no les pasamos una, así que a lo mejor es hora de reflexionar y sacar conclusiones.

-Recordaremos la frase de Ghandi: "Sé tú el cambio que quieres ver en el mundo"


-Buenas noches.