-Tenemos que pensar que la vida reparte cartas,
porque en el fondo es como un juego de cartas; pero existe un pequeño detalle, que
no todos somos capaces de jugar bien al mismo juego; así que cada uno tiene que
encontrar su juego; aquel para el que está preparado, disfruta y sabe jugar,
porque a veces ocurre que el que está negado para un juego, es el mejor en otro,
por eso es básico saber cuál es nuestro juego y jugarle.
-Cada uno tenemos que jugar con las cartas que nos tocan.
-Estamos muy acostumbrados a utilizar
gratuitamente la palabra inteligente, y se la regalamos a cualquiera que nos lo
parezca, pero si escarbamos en la etimología, leemos:
-Inteligencia: Palabra de origen latino, intelligentia,
que proviene de inteligere, término compuesto de Intus “entre” y Legere “escoger,
por lo que significa: saber escoger.
-Una persona inteligente es la que sabe escoger,
por eso debemos ser inteligentes y escoger siempre bien, no solo lo que más nos
guste, sino aquello que podamos hacer bien y que nos haga felices.
-La madre de mi marido, era maestra de pueblo, y
sabía muchos refranes, los colocaba en las conversaciones adecuadamente y con
mucha gracia, y yo creo que en este caso, diría uno que a mí siempre me ha
parecido muy sabio : “Cada uno debe
estirarse, según su manta”….
-Así que debemos ser conscientes de nuestras
cartas e intentar jugar con ellas lo mejor que podamos.
-Podemos ser los peores en un juego, pero en otro, no solo no somos malos, sino que somos los mejores, y ganamos siempre; por eso es muy importantes
que nos conozcamos a nosotros mismos, y sin complejos ni egos inflados,
tengamos muy claro para lo que valemos y para lo que no valemos. Aquí no
cuentan los complejos ni las tonterías.
-Yo no valgo para cantar, tengo muy mal oído, y
desafino , por eso , no sería razonable que decidiera formar parte de un coro
maravilloso que canta en la ópera.