He tardado muchísimo tiempo en darme cuenta de
que cuando las cosas van mal, nosotros
no tenemos que ir con ellas…..
- Creo que debemos centrarnos más en disfrutar
lo bueno que en hacer un balance catastrófico de las pocas cosas que van
verdaderamente mal, y digo que van, nunca que nos van.
-Cambiar de idea, cambiar de rumbo, cambiar de hábitos,
a veces no es ningún capricho, sino una verdadera necesidad, para poder
conservar nuestra armonía y nuestra salud mental.
- Siempre que podamos y tengamos con quien, lo
hablaremos, porque como dice mi amiga Irene:
-“Los sentimientos que no se expresan, se
convierten en resentimientos.
-Ahora cada día intento reflexionar sobre lo que
he aprendido, y todos los días he acabado aprendiendo algo, y lo más curioso es
que aprendes las cosas más importantes de quien menos te lo esperas….
-El sábado, mi nieto Alvarito que tiene 4 años
recién cumplidos me dijo de pronto, mientras pintaba un cuadrito en la academia
de pintura de su tía:
-Abelita, he cambiado de idea, y voy a hacer
este fondo de otra manera porque estoy más cansado que en toda mi vida……
-Mi primer impulso fue reírme a carcajadas,
porque me pareció algo muy sorprendente en un niño tan pequeño, pero luego pensándolo,
he llegado a la conclusión, de que es un razonamiento muy práctico.
-Si algo, no sale de la manera que esperamos y
no es nada imprescindible ni vital, lo debemos dejar y hacer otra cosa…..
-Tenemos que aprender a valorar nuestros dones,
porque todos tenemos un don, y no debemos rompernos la cabeza intentando hacer
algo que nos resulta demasiado costoso o demasiado duro, porque no tiene
sentido, ya que nos frustraremos, nos pondremos de mal humor y seguramente no
lo conseguiremos.
-Tenemos que tener muy claro que todos no
podemos hacer de todo, porque existen para todo idoneidades, es decir personas
idóneas, y tenemos que aceptar con alegría las cualidades ajenas, lo mismo que
las propias, sabiendo que cada uno tiene las suyas, y que no tienen por qué ser
las mismas, ya que cada uno somos únicos e irrepetibles.
_Seremos razonables y no pondremos nuestras
metas en algo tan difícil, que arrastre en el intento nuestra alegría de vivir;
así que si algo vemos que no puede ser cómo habíamos creído que sería, lo
dejaremos sonriendo y como mi nieto Alvarito, cambiaremos de idea, y, haremos
otra cosa.
-Muchas veces los grandes problemas que nos
presenta la vida, son solo varios pequeñitos que se fueron juntando y formaron un
enorme que no solamente nos preocupa,
sino que nos tapa; así que procuraremos cada día no dejar atrasos, e intentar
resolver lo del día, o zanjarlo si no ha sido una buena elección.
-Debemos recordar que algunas veces una pequeña
tontería de un instante nos puede arruinar la vida, así que no pospondremos las
cosas, sino que las resolveremos cuanto antes.
-la vida no nos ha dado libro de instrucciones,
luego debemos improvisar muy a menudo y no desanimarnos.
-Buenas noches!