He estado todo un fin de semana sin agua, y sin poderlo evitar, hoy, la valoro de otra manera..
-Hemos tenido la suerte de tener a Victor, un fontanero muy educado y competente, que ha encontrado enseguida la rotura, y nos
ha puesto tuberías nuevas, permitiéndonos enseguida tener agua.
- Así que gracias a él, nos hemos podido volver
a duchar en casa, hemos puesto la lavadora y el lavaplatos, y los cuartos de
baño funcionan de maravilla, solamente tocando al botón de la cisterna.
-Aunque sé que el agua es indispensable para mi
vida, que no puedo vivir sin ella, y que soy un 75% de agua; creo que no la he
valorado lo suficiente, hasta que he visto lo que significa no tener toda el
agua que quiero a mi disposición.
-En casa, resulta que necesitamos el agua para ducharnos, lavar, cocinar, lavar la ropa,
fregar los cacharros, fregar los baños, las cocinas, los suelos…
-Cuando no puedes abrir el grifo, y tienes que
utilizar una garrafa de 5 litros para fregar unos pocos cacharros, y te das
cuenta que eso no es nada….te pones a pensar…..
- Cuando tienes que echar en el Wáter, casi
otros 5 litros, porque la cisterna está descargada……te pones a pensar….
-Cuando para lavar una simple bayeta de cocina,
necesitas tantísima agua……
-Entonces, te empiezas a dar cuenta de que
gastamos demasiada agua, y que tenemos la obligación de cuidarla, porque es el
recurso más preciado de la naturaleza, ya que de ella depende la vida.
-Creo que deberíamos actuar siempre, como si
estuviéramos en época de sequía; porque así, seguramente ahorraríamos millones
de litros de agua que no nos pertenecen, que pertenecen a la Tierra y que
podemos utilizarla con cuidado, porque es una herencia que dejaremos a nuestros
hijos, y a los hijos de estos.
-Recordemos al gran jefe indio Seattle, cuando
contestó en el año 1854 al Presidente de los Estados Unidos de América, que le
había escrito una carta ofreciéndole comprar sus tierras. Esta carta fué escrita hace 160 años, pero aún conserva la frescura como si se hubiese escrito hoy.
-El jefe indio, tiene muy claro la relación de amor y de respeto que debe haber entre los hombres y la naturaleza, y que desgraciadamente,la mayoría de los hombres, parecen haberla olvidado.
-“El Gran Jefe de Washington envió palabra de
que desea comprar nuestra tierra……….
-No somos dueños de la frescura del aire, ni del
brillo del agua…..
-Si les vendemos nuestras tierras, ustedes
deberán recordar y enseñar a sus hijos que ella es sagrada y que los reflejos
misteriosos sobre las aguas claras de los lagos hablan de los acontecimientos y
recuerdos de la vida de mi pueblo.
- El murmullo del agua de los ríos, es la voz
del padre de mi padre. Los ríos son nuestros
hermanos, ellos calman nuestra sed, llevan nuestras canoas y nos dan peces que
alimentan a nuestros hijos……..
-La carta sigue y sigue, pero debemos darnos
cuenta de que esos pueblos a los que tachamos de ignorantes y primitivos, eran
muchísimo más conscientes de lo
importante que era el agua en sus vidas,
y por eso la cuidaban y la respetaban.