Estoy triste, muy triste, tengo derecho, y lo
estoy.
-Solo me apetece llorar, y he ido a lavarme la
cara al cuarto de baño, y me he dado cuenta de que no puedo abrir el agua, así
que me he puesto a llorar más.
-Creo que las penas como las alegrías , los
disgustos y los problemas, son acumulativos, y de pronto, te das cuenta de que
estás lleno, harto, a tope, y que no puedes más.
-Se me ha roto una cañería muy importante en la
fachada de la cocina, y he empapado a los vecinos de abajo, así que me han
cerrado las llaves de paso para evitar males mayores, y tengo un agujero en el suelo,
lleno de tierra, mientras se ponen de acuerdo:
El seguro, el fontanero, el perito…y mientras tanto , yo no tengo agua.
-Me agobia pensar en mis vecinos, unos hermanos
tan educados que no solo no me han reprochado que les empape su cocina, sino
que encima me agradecen que baje de vez en cuando a ver si acaba de caer agua
en los cubos que pusieron ellos, y en el barreño que he puesto yo, porque en la
casa no vive nadie.
-Quizás a veces el destino nos juega estas malas
pasadas para que nos demos cuenta de que tenemos miles de cosas que damos por
hechas, y que no valoramos, y cuando de pronto te falta alguna, parece que se
te abre el suelo bajo tus pies.
-A la mayoría nos parece lo más normal abrir
nuestros grifos, y recibir unos preciosos chorros de agua caliente o fría.
Abrir el lavaplatos, y tener toda nuestra vajilla brillante y seca, la lavadora
y sacar la ropa limpísima y casi seca.
-Tengo el derecho de estar enfadada, pero no
puedo exagerar, porque vivo en una ciudad, donde mi marido en media hora lo ha
resuelto todo,se marchó hace un ratito, y
ha aparecido como Papá Noel, con una riquísima
cena comprada, platos y vasos desechables, y, muchísima agua embotellada para cualquier uso.., así que hemlos hecho una especie de picnic, como los que hacen en París a orillas del Sena.
-Ahora, pienso que aunque no pueda poner la
lavadora, tenemos ropa suficiente en los armarios limpia y planchada para poder
cambiarnos.
-Tenemos hermanas, amigas,y vecinas, tan amables
como para ofrecernos sus cuartos de baño para darnos una ducha.
-Además al escribirlo y releerlo, me está
empezando a parecer mi actitud, un poco superficial.
-Ahora acabo de entrar en la cocina, y veo todo
de otra manera.
-Mi hija Gema que es muy artista para todo, ha
echado en el agujero de las tuberías tierra de gato, porque como es muy absorbente,
coge la humedad de la tierra que rodea las cañerías, y como la cambiamos cuando está húmeda, evita que esa humedad, siga bajando al piso de
mis vecinos.
-Estoy sorprendida al ver que si adoptas una
actitud diferente, ves las mismas cosas
de forma totalmente diferente.
-Aunque sean malas las circunstancias, las cosas
nunca son tan malas como en principio parecen.
-No voy a quejarme más, porque a lo mejor estoy exagerando, y he empleado la
palabra tristeza con un poco de ligereza.
-Estoy en una casa preciosa, rodeada de mi
familia y de mi periquita, tengo mi portátil, donde hago mi blog que tanto me
gusta.
- Estoy escuchando una preciosa y relajante
música, tengo preciosas plantas que me infunden tranquilidad y calma cuando las
riego con el agua mineral, y tengo un montón de gente que me quiere y que me
manda whattsApps de ánimo y de invitación a sus casas.
-Podemos hacernos un riquísimo zumo de frutas.
-Perdonarme todos, pero me acabo de dar cuenta
de que mi casa es mi refugio, aunque durante unos días, sea una consumidora
compulsiva de agua mineral.