-Anoche a mi
nieta Natalia se le cayó un diente, y lo guardamos con mucho cuidadito en una
cajita transparente en forma de estrella.
(El diente es
muy pequeñito)
-Decidieron
entre su hermano Alvarito y ella que pondrían la cajita debajo de la almohada
para que el Ratoncito Pérez le cambiara por un regalito.
-Natalia tiene
puesta en su casa en su habitación, una puerta pequeñita roja que le regalamos
Gema y yo, encima del rodapié para que el ratoncito
pudiera llegar a su cama más fácilmente, pero sabemos que como es mágico llega a todas partes.
-Natalia estaba
deseando acostarse con la ilusión de su diente, y Alvarito en cambio, no se
quería dormir, porque planeaba espiar la llegada del ratón.
-Esta mañana,
Natalia nos ha despertado diciéndonos que el ratoncito , había cogido su diente
y le había dejado dentro de su cajita de estrella una moneda de 2 euros, y
además, había arañado sin querer la cajita con sus uñitas.
-Tener niños en
casa es volver a vivir todas las ilusiones, porque la verdad es que son tan
inocentes y razonan de una manera que nos hacen reir.
-A todos los
niños con esta edad les divierte escuchar los cuentos del ratón Pérez, y las
profesoras solemos hacer cajitas pequeñitas parecidas a estas, para guardar los dientes que se caen
en clase, y a veces también necesitan que les hagamos una especie de documento que dice: “Vale por un diente”, cuando a los niños se les caen en el
arenero del patio, para que no se disgusten y tengan su regalo.
-Los dentistas
aprovechan la fama del ratón para darles instrucciones de cómo cuidar sus
dientes, y ellos suelen hacer caso a todo lo que venga de parte de su amiguito
mágico.
-Buenas noches