Abro mi correo
y me encuentro con un mail de una joven arquitecta peruana en el que me cuenta
que está muy afectada porque se acaba de enterar de la muerte de una amiga , compañera de colegio.
-La muerte de
un joven siempre nos parece algo absurdo e inadecuado, es como si fallaran los
cálculos divinos. Nos parece que no le tocaba, que no era su turno, pero desgraciadamente,
si lo era.
-Dice Carmen que no para de pensar en ella, que recuerda
perfectamente la última vez que se vieron, y que lamenta muchísimo no haberla
preguntado si se sentía bien, y si era feliz….
-Carmen:
afrontar la muerte de un amigo, nunca es fácil, y la sensación de no haber
hecho lo que debías, es completamente normal, porque es lo que nos sucede a
todos ante cualquier muerte de un ser querido, aunque te hayas portado muy
bien.
-Creo que la
mejor manera de honrar a tu amiga, es reuniéndoos las compañeras que la conocisteis
y la quisisteis, y recordar juntas los buenos momentos que pasasteis.
-Si estás a
tiempo, sería un detalle que escribieras unas palabras de elogio sobre ella y
las leyeras en su funeral, para que las oyeran sus familiares y seres queridos;
porque la familia muchas veces desconoce muchas cosas que solo saben sus amigas.
-Permítete
estar triste, y no consientas que la gente te regañe por ello. La pérdida de un
amigo, no afecta de igual modo a todo el mundo. Tú tienes tu dolor y necesitas
tu duelo, que solo pasará con el tiempo.
-Habla con tu
amiga mentalmente, y dile que sientes mucho no haberla preguntado por su salud,
que desconocías su enfermedad, que esperas que esté descansando en un lugar
mejor, y que rezarás por ella.
-El lunes 10 de
noviembre de 2014, yo estaba tristísima por la muerte de mi querida amiga Irene
Cicero, gran psicóloga y maravillosa persona, y la dediqué una entrada titulada
“Cuando un amigo se va “, que es el título de una maravillosa canción escrita
por Facundo Cabral, y cantada por Alberto Cortez, donde se expresa muy bien ese
dolor que nos rasga el alma.
-La muerte de
mi amiga Irene, ha sido una enorme pérdida en mi vida, porque era uno de los
eslabones importantes de mi cadena de cariño, y a pesar de que ya ha pasado más
de un año, me sigo acordando mucho de ella y la echo de menos. Ojalá te hayan
dado un poco de consuelo mis palabras,
Carmen.
-Buenas noches