Tengo la bandeja de entrada llena de correos de
amigas desesperadas porque ha llegado su final de vacaciones.
-Volver a empezar es duro, y es muy curioso porque
a cada una nos preocupa una cosa diferente; algunas, me cuentan en confianza su
desesperación porque llevan 1 hora probándose la ropa que llevaban tan solo
hace tres semanas al trabajo, y resulta que ha encogido.
-A otras les preocupa, no solo su peso, sino su
bajo tono, porque no se sienten con fuerzas para volver a empezar, así que lo
primero que han hecho, ha sido buscar un gimnasio donde puedan volverse a poner
en forma.
-También las hay, que han desconectado tanto que
ya ni se acuerdan de sus contraseñas, y resulta que las tenían en ese móvil que
se les mojó en la playa, y que lleva 24 horas metido en arroz.
-Las que se incorporan al trabajo, después de un
permiso maternal, están tan horrorizadas ante la sola idea de separarse de sus
tesoritos, que no encuentran consuelo .
-Algunas están desde hace horas, tumbadas en el
sofá con sus móviles, mandando whattsApps a sus íntimas, esperando encontrar
consuelo.
-Alguna jovencita dejó el amor de su vida en la
playa, y no ve la manera de reunirse, porque sus padres no comprenden su
desesperación , y la dicen que a ellos también les pasó alguna vez…
-Un grupo, se ha inscrito en un curso de auto ayuda,
esperando coger fuerzas y aprender unas frases que las motiven.
-También alguna me dice que no piensa volver a
trabajar, que va a escribir un libro, y que no está dispuesta a madrugar.
-Me han mandado este chiste de Lola, tan gracioso unas
niñas que dicen que es exactamente lo que le pasa a su padre cada mañana desde
que han vuelto….
-Una amiga, me ha contado que su hija, que tenía
tres suspensos en primero de bachillerato, después de haberse ha pasado el verano sin dar palo al agua,
ahora se ha puesto las zapatillas de ballet, y al son del Lago de los cisnes,
pretende convencerles con su tutú de que en vez de ir a examinarse al
instituto, se va a matricular en una escuela de ballet en París ( ciudad de
donde es el noviete que ha conocido en Calpe).
-Todos necesitamos
unos días para adaptarnos a la vida cotidiana, pero no es nada preocupante, porque
en vacaciones se rompen todos los
hábitos y costumbres que habíamos
conseguido durante el año, incluso el sueño.
-Volver a la rutina, es duro para todos, así que
lo más práctico es que respiremos hondo, y nos demos cuenta de que es perfectamente normal
sentir emociones negativas ante el cambio de vida, sobre todo si no hemos dejado un par de días entre la vuelta a casa
y la reincorporación, así que vamos a buscar el lado positivo de volver .
-Reencontrarnos
con los compañeros, e intercambiar anécdotas
sobre lo bien que nos lo hemos pasado,
presumir de bronceado……
-Empezar a tener en casa un poco de orden en los
horarios, puesto que la rutina y los buenos horarios benefician nuestro estado
emocional, porque nos dan capacidad de control sobre nuestra vida.
-Mejorar nuestra auto estima, pues al volver a desempeñar nuestro trabajo,
subirá nuestra auto estima,y, nos sentiremos valoradas profesionalmente….
-Poner orden en los horarios de los niños que ya
no saben si van o vienen, e ilusionarles con nueva clase, libros nuevos ,
nuevos amigos….
-Así que para los que empezáis a trabajar
mañana, lo mejor será que os acostéis cuanto antes, para poderos levantar un poco más pronto,
evitando el estrés añadido de las prisas.
-¡Que os sea leve!