Durante muchísimos años, la sociedad ha estado
negando la intuición, porque pensaba que eran tonterías de gente visionaria.
-Intuir es captar, sentir sin la intervención de
un proceso consciente de razonamiento, una realidad que se expresa de manera
sutil y, en ocasiones, prácticamente imperceptible.
-Intuimos algo, de una manera tan rápida y
automática que creemos que esta intuición, nos ha venido de la nada , o de una inspiración divina, que
es un poder que tenemos un poco mágico.
- Hoy en día sabemos que la intuición es un proceso donde intervienen
por un lado, nuestro sistema neurobioquímico, y por otro las experiencias
adquiridas a lo largo de nuestra vida, que forman nuestro saber.
-Mi amiga la Dra Chen, dice que en China, las
mujeres al cumplir los 60 años, se convierten en sabias, y yo que ya les he
cumplido, estoy totalmente de acuerdo .
-Las experiencias que hemos tenido a lo largo de
nuestra vida, nos han ido revelando, muchos gestos repetidos en personas
parecidas, muchos comportamientos similares, muchas maneras de reaccionar ante
determinadas situaciones, y eso ha formado un importante archivo de gestos,
frases fallidas, cambios en el tono de voz, acciones raras …etc que al verlas
repetirse muchas veces en diferentes personas, nos han llevado a formar en
nuestra mente subconsciente un patrón, que nos da la voz de alarma y nos avisa.
-Desgraciadamente no todo el mundo tiene ese
don, pero lo que si tenemos todos es una
pequeña voz interior a la que muchas veces no hacemos caso, y que casi nunca se
suele confundir.
-Coloquial mente decimos que tuvimos una
intuición, cuando presentimos algo, pero filosófica mente la intuición está relacionada al conocimiento inmediato, directo y evidente, por lo tanto no
requiere deducción.
-Los animales a veces intuyen un peligro, una
trampa, presiente o sospecha que algún alimento puede ser venenoso y no lo
toma.
-Cuando intuimos, nuestras neuronas, toman el
mando y deciden.
-Solemos relacionar la intuición con las
emociones, y es porque cuando intuimos algo, notamos y sentimos ese algo, pero
no lo pensamos.
-Una señora que conocí hace tiempo en la
peluquería, me contó que su marido se iba el martes 19 de febrero de 1985, de
viaje de trabajo a Bilbao, dos o tres días, ella le ayudó a hacer la maleta, y
se acostaron porque el avión salía a las 8 de la mañana.
-Ella se despertó de pronto, de madrugada
empapada en sudor, con la seguridad de que el avión se iba a estrellar. Se lo
dijo a su marido, pero no solo no la hizo caso, sino que la regañó y la llamó
loca muy antipático.
-Por la mañana, ella intentaba convencerlo, pero
como no pudo, empezó a hacer todo muy despacio.
Salió para el aeropuerto por un
camino larguísimo, diciendo a su marido que había un accidente en el otro, y
consiguió que llegaran tarde.
-No les dejaron facturar, y su marido se fue a
sacar otro billete para otro vuelo. Pasaron por la oficina , y entre unas cosas
y otras, al llegar a casa y poner la TV, se enteraron de que se había
estrellado el avión en la ladera del monte Oiz de Bilbao, al chocar contra unas antenas de ETB, y que se habían
muerto los141 ocupantes y los 7 tripulantes.
-El marido se pasó el día llorando por los amigos muertos, y pidiéndola
perdón.
-Esto no parece intuición, sino premonición.