Cuando el
desánimo, nos invade y nos desmotiva no hay nada que nos alegre y que
nos apetezca hacer.
-No queremos hablar con nadie ni queremos estar
con nadie, porque no sentimos cercanía, nos parece que no tenemos sitio donde
estar, que no hay ningún lugar donde encajemos y es una sensación tremenda.
-Tenemos que estar presentes y no consentir ese
aislamiento, porque si reflexionamos, nos daremos cuenta de que nosotros somos lo que lo hemos decidido y
hemos marcado las pautas de nuestro comportamiento.
-Nuestro cerebro emocional es el que manda en
nuestras decisiones.
-Para vivir mejor no hace falta que hagamos
grandes gestos, ni esfuerzos desmesurados,
porque unos sencillos gestos cotidianos, nos bastarán para recuperarnos.
-Tendremos que adoptar unos sencillos gestos
cotidianos para arreglarlo.
-Nos encontramos a oscuras y tendremos que
encender una luz para sentirnos mejor. Son pequeños gestos que mejorarán
nuestro estado de ánimo y disfrute de las pequeñas cosas.
Una persona puede pasar días, semanas o meses ….
-Practicar la relajación a diario, alivia el estrés y la tensión, da
muy buenos resultados .
(el ejercicio es muy bueno contra el desánimo)
-Nos tumbaremos boca arriba con los ojos
cerrados con los brazos a lo largo del cuerpo o sobre el pecho, , también
podremos sentarnos en una silla cómoda.
-Relajaremos nuestros pies, e iremos subiendo
por piernas, muslos, nalgas, estómago espalda, hombros. Seguiremos con las
manos, brazos, mandíbulas, mejillas, ojos, frente y cuero cabelludo.
-Tenemos que cambiar nuestro entorno para ver
las cosas de diferente manera.
-Tenemos que reírnos, la risa es curativa, y en
cuanto nos empecemos a reír, estaremos mucho más contentos.
-Buenas noches.