Dicen los hombres que la edad a las mujeres nos
hace invisibles, que después de cumplir 40 años nuestro protagonismo en la
escena de la vida declina y nos hace inexistentes para este mundo en el
que solo tiene sitio el ímpetu de los años jóvenes.
-He empezado diciendo que “dicen los hombres”,
porque esto es eso, algo que dicen los hombres y que para cualquier mujer es
completamente falso.
-Para que cualquier hombre supiera lo que
sentimos las mujeres, tendría que ser una mujer, y eso es totalmente imposible,
así que son argumentos absolutamente falsos y sin ninguna base que los confirme
o corrobore.
-Las mujeres en cambio, pensamos que cuando
cumplimos 40 años, es cuando empezamos a ser conscientes de nuestro
protagonismo, y es cuando empezamos a disfrutar de verdad de nuestra vida.
-Con esta edad, se nos caen los velos que
sujetaban al príncipe azul, y nos damos cuenta de que no queremos que nos venga
a salvar ningún príncipe azul en su hermoso caballo blanco, porque no somos
princesas de un cuento de hadas , ni queremos serlo.
-No aspiramos a vivir en un torreón de un
castillo custodiadas por un dragón.
-Nos sentimos mujeres capaces de enamorarnos y
de amar.
-Somos personas reales que necesitamos un hombre
auténtico que nos quiera tal cual somos sin necesidad de cambiarnos y sin tener
que hacer nada para gustar a los demás.
-Nos enamoraremos de un ser humano con sus
defectos y sus virtudes, con sus grandezas y sus miserias.
-Somos felices tal cual somos; no somos perfectas,
estamos llenos de debilidades y de
equivocaciones y no necesitamos ajustarnos a las expectativas de los demás y a
pesar de ello nos sentimos muy bien.
-Tenemos muchas personas alrededor que nos
quieren como somos, mandonas, tercas, cariñosas, y a veces lloronas.
-Así que cuando nos miramos en el espejo, no
necesitamos buscar a la jovencita que fuimos en el pasado…, sonreímos a la que
somos hoy, estamos orgullosas del camino que hemos recorrido y asumimos
nuestros errores como aprendizajes.
-Ya nunca tendremos el desasosiego que produce
perseguir los sueños ajenos.
-Aprendimos a tener paciencia, porque tardamos
mucho en madurar.
-Buenas noches.
