-Soy profesora, y sé por experiencia que la mejor manera de
aprender a hacer una cosa, es haciéndola, y aunque para mí, habría sido mucho
más fácil hacérselas yo, y que mirara como las hago, pero de esta manera, no
iba a aprender.
-En cuanto se quitó el abrigo, nos lavamos las manos, la
puse un delantal rosa, y he empezado a sacar los ingredientes, los cacharros y
una báscula de cocina, para que vaya pesando y añadiendo las cantidades exactas, mientras yo me sentaba
a observarla…….
- La he enseñado trucos de nuestra madre que ella no sabía, cómo
es ir poniendo cada vez que añades otro ingrediente la báscula a cero, para
evitar que sin querer te confundas en las cantidades,( cosa muy fácil), y de este modo, evitamos un problema.
-Mi hermana es una
excelente cocinera, pero con la repostería se atreve poco, así que hemos
disfrutado y nos hemos reído mucho.
- Es curioso que cuando nos ponemos los adultos a aprender
cualquier cosa, es situaciones parecidas a las de los niños, nos comportamos
exactamente igual que ellos.
-Estaba nerviosísima rallando el limón, batiendo los
ingredientes, y al final, la temblaban las manos pintando primero, y luego rellenando los moldes de papel.
-Cuando por fin ha metido la bandeja con las 18 magdalenas
al horno, se ha sentado y ha respirado tranquila.
-Hemos hablado mucho, de nuestras cosas, de nuestros hijos, de nuestros nietos, de la
próxima boda de nuestra sobrina Gema, de las cenas de Nochebuena y de Fin de
Año, del menú que vamos a poner……etc, en
fin de todo un poco.
-Las hermanas tenemos una complicidad que hace que muchas
cosas, las sepamos antes de que nos las digan, por eso hablamos de tantas cosas
y tan variadas. Creo que si tuviéramos a una persona escuchándonos, pensaría
que estábamos locas, por lo rápidamente que pasamos de un tema a otro.
-Por fin, cuando las magdalenas ya se habían enfriado, las
hemos probado, y la verdad es que estaban exquisitas, así que se las ha llevado
con una ilusión que parecía que se llevaba un tesoro.
-Mañana van a comer sus hijos y nietos, y les va sorprender
con sus magdalenas caseras.
-¡Que las disfrutéis!