No me gusta decir que
ningún tiempo pasado fue mejor, pero lo que está muy claro, es que en España en
estos momentos estamos viviendo una época difícil donde se ha trastocado el
orden de los valores.
-En estos momentos
hemos dejado que muchos jóvenes pasen por la vida practicando la ley del mínimo
esfuerzo, y les hemos acolchado tanto los problemas, resolviéndoselos nosotros,
que han llegado a ser jóvenes con poquísima o ninguna voluntad.
-Nosotros, nos
seguimos sintiendo muy orgullosos de lo que conseguimos con esfuerzo, y lo
valoramos mucho.
- Sin embargo muchos
padres han tenido miedo a que sus hijos se enfrenten a
obstáculos, y no les han dado casi nunca la oportunidad de superarlos.
-Es muy normal ver
como ahora, ridiculizan un valor tan importante y necesario como es el
esfuerzo, ya que lo desconocen, e ignoran por completo lo que significa
lograr que se haga realidad lo que han soñado, y por lo que han
luchado tanto tiempo. Solo les motivan los trabajos donde se gana mucho
dinero....
- No saben que
el valor del esfuerzo y la cultura les proporcionará una
satisfacción tan grande que nada tiene que ver con la inmediatez de conseguir
cualquier cosa.
- Este nihilismo en el
que están sumidos, les priva de tener una educación integral donde los
valores tengan un lugar prioritario, ya que sabemos que una sociedad carente de
verdaderos valores, es una sociedad muerta.
-Los padres,
siempre somos culpables, probablemente por consentir que muchos jóvenes hayan
crecido con la ley del mínimo esfuerzo como biblia, y tachando de sus listas
todo lo que cuesta trabajo, al contrario que en nuestra generación, que todos
sabíamos: “ que lo que cuesta, vale”.
-Es muy importante que
sepan que hay que ejercitar la voluntad, y que la voluntad, nos ayudará a
lograr muchas cosas.
-Os voy a contar una
historia que me ha enviado una amiga, y que tiene mucho que ver con el esfuerzo
personal.
La Mariposa
En una pequeña
abertura un día apareció una oruga. Cerca del lugar, había un hombre
observándola, y veía cómo se esforzaba intentando en vano sacar su cuerpecito
por el pequeño agujero.
-El hombre veía que no
avanzaba nada, a pesar de que lo intentaba, y creyendo que le hacía un favor,
agrandó el agujero, y salió una pequeña mariposa sin ninguna dificultad.
-Quiso ponerse en pie,
peros sus patitas aún no estaban bien desarrolladas y no la podían sostener.
-El hombre, asustado,
vio que tampoco podía volar ni acercarse a las flores, y pensó que a lo
mejor no había hecho bien agrandándole el agujero.
-La mariposa, nunca
pudo volar, y el tiempo que vivió, lo hizo arrastrándose por el suelo.
-Si el hombre no la
hubiera ayudado, los grandes esfuerzos que hubiera realizaba para atravesar el
agujero, la hubieran servido para distribuir los jugos vitales, por las
partes de su cuerpo que necesitaban fortalecerse, para así, mas tarde, poder
sostenerse y volar.
- Al pasar por un
agujero grande, las alas no recibieron la sustancia necesaria, y quedaron
inservibles para siempre.
-A veces, en la vida,
todos necesitamos esforzarnos y pasar algunas dificultades para madurar,
y gracias a ellas, nos convertimos en personas fuertes.
-La moraleja de esta
historia es que no por facilitarles todo a nuestros hijos les estamos ayudando,
si no que a veces con nuestro exceso de protección, les estamos perjudicando.