Mi
amiga Leonor, me ha dicho esta noche que
está muy preocupada, porque desde hace varios días, nota que está haciendo las
cosas por pura inercia, que no presta atención a lo que hace y que hoy no se ha
atrevido a coger el coche por miedo a tener un accidente, ya que esta mañana ha salido a hacer la compra , y
sin darse cuenta se ha ido hasta el colegio, sin acordarse de que está de
vacaciones.
- La falta
de atención muchas veces es debida a que tenemos tantas cosas que nos preocupan
que nos da la impresión de que se amontonan en nuestra cabeza y se arman un lío
entre todas ellas.
-La atención
es algo muy importante, es el mecanismo que regula y controla los
procesos cognitivos; desde el aprendizaje por condicionamiento , hasta el razonamiento complejo.
-Mantener la
atención en lo que hacemos, es algo que las personas hemos aprendido de
pequeños, aunque todos sabemos que existen unas personas que son muchísimo más
observadoras que otras, son personas que están siempre alertas a cualquier cosa que
sucede, mientras que hay otro gran grupo en el que incluyo a mi amiga y a mí , que a lo mejor nos están hablando, y
sin darnos cuenta se nos ha ido “el santo al cielo”, y no nos hemos enterado de
lo que nos han dicho, porque no hemos prestado atención, cogemos el coche y vamos a un sitio en vez de
ir a otro.
-Las
preocupaciones bloquean nuestra atención, por eso lo mejor que podemos hacer es
repetir en voz alta el mensaje que nos interesa recordar para interiorizarlo.
-Debemos
relajarnos aunque sea un ratito. Si notamos que estamos muy nerviosas y no
podemos más, lo mejor es sentarse un ratito, con las piernas en alto, en un puf
o en otra silla, cerrar los ojos y buscar un momento de paz interior.
-Nuestro
cerebro, cuando estamos muy nerviosos o preocupados, se desconecta de lo que
estamos haciendo y se centra en lo que nos preocupa, sin poderlo evitar .
-También hay
una serie de cosas que no nos gustan, o no queremos, y no nos afectan, y decidimos
no prestarles atención, mientras que si aparecen una serie de cosas que nos
interesan mucho, nos gustan y nos afectan, dirigimos sin dudar toda nuestra
atención a ella.
-Debemos
intentar mantener una escucha activa cuando hablamos con un interlocutor, que
consiste en atender y escuchar con atención, fijándonos no solo en las palabras
sino también en los gestos, y si lo hacemos así, nos sorprenderemos de lo bién
que resulta.