Esta tarde
he quedado con mi marido a la salida del
ambulatorio. Para irnos a merendar.
-Mi marido,
es muy puntual, y me ha extrañado mucho que tardase, ya que solamente tenía que
sacar su coche del garaje y recogerme en la esquina.
-Le he visto
llegar andando, y con cara de preocupación, así que me he acercado rápidamente
a él y le he preguntado que si le pasaba algo:
-¡Me han robado el coche!, me ha
contestado muy contrariado, me lo han cogido de mi plaza de garaje y se lo han
llevado.
-A mí, me ha
parecido muy raro, porque tenemos todo el recinto vigilado con cámaras y
también hay varios vigilantes de seguridad, haciendo la ronda, no obstante, le
he tranquilizado, y le he acompañado a la caseta de los vigilantes.
-Una vez que
les ha explicado lo sucedido, lo primero que nos han preguntado es si no lo
habría cogido algún hijo nuestro sin permiso, y después le han insistido en que
volviera a entrar al garaje con uno de ellos para ver si el coche estaba en
alguna otra plaza.
-Mi marido
ha entrado con el vigilante con cara de :¡Esto es una pérdida de tiempo, yo
nunca me confundo, no soy tonto, y conozco de sobra mi plaza de garaje, ya que tengo la misma desde hace muchos años!……..
-Pero cuál
no sería mi sorpresa, cuando al ratito, ha salido montado en su coche bastante
azarado, porque lo había aparcado en el piso inferior al nuestro……
-A mí esto,
me ha alegrado muchísimo, porque este tipo de cosas me pasan a mí a menudo, y él se ríe y dice:
- ¡Son cosas de
Paloma! pero a él nunca hasta hoy le había pasado nada parecido.
-Estos
lapsus de memoria, le he dicho que se deben a algo tan sencillo como la falta
de atención.
- Si estaba
pensando en algo que le preocupaba, su cerebro ha decidido liberarle y le ha
desconectado por unos momentos, por eso ha entrado en el garaje sin fijarse en lo que
hacía, es como si llevara el piloto
automático puesto, y la atención no ha
participado, ni le ha avisado de que tenía que subir una planta más.
La atención
es básica a la hora de realizar cualquier acción, pero a veces tenemos otras
prioridades que nos ocupan y hacemos las cosas como si no las hiciéramos.
- Encima
por ser el mes de julio, el garaje está mucho más vacío, y no encontró coches extraños.
- Nosotros
estamos donde está nuestra atención, y en muchísimas ocasiones actúa de manera
inconsciente, y si no atiendes voluntariamente a lo que estás haciendo, no te
enteras de lo que has hecho.
-Esto que le
ha pasado a Félix, ha sido una señal del Universo para que se dé cuenta de que
todos nos confundimos y que nunca se puede tener todo bajo control, porque es
un rollo.
-También le
ha servido de gran alegría volver a encontrar su coche y valorarlo, porque es
tan práctico para él que le permite hacer varias cosas seguidas sin ningún esfuerzo
y tan útil en una ciudad como Madrid
donde las distancias son enormes.
-¡Que
alegría que lo haya encontrado!