Me encantan las librerías. Mis padres eran los dos grandes lectores y tengo muchos recuerdos de primera infancia en librerías viendo cuentos mientras ellos se compraban libros.
-Esta mañana
he estado con mi hija Gema en la Librería Pedagógica que es una librería
maravillosa que tiene una gran cantidad
de libros muy interesantes sobre todo lo relacionado con la educación, Pedagogía, Psicología ...etc.
-He comprado
unos libros de vacaciones para los niños de una amiga, y a la vez he estado
ojeando las novedades que siempre
tienen.
-Leer es uno
de los mejores hobbies que existen, y tengo que agradecer a mis padres el que
con su interés lector nos contagiaran a los 5 hijos su amor por los libros.
-Nosotros
vivíamos en una casa antigua en la calle Maldonado número 11, piso 2º derecha,
en pleno barrio de Salamanca, y teníamos
alquilado el piso bajo izquierda porque allí se guardaba la biblioteca de mi
abuelo Constantino que había sido un gran bibliófilo, y que tenía 35.000 libros
muchos de ellos en francés, que ocupaban prácticamente toda la casa que estaba
llena de estanterías a medida de suelo a techo.
- Mi
abuelita contaba que siempre decía que en su biblioteca tenía los mejores
libros y los más raros que había encontrado probablemente en sus
andanzas de periodista bohemio por las
librerías de viejo de París, donde tradujo por primera vez al castellano” Los
ensayos de Montaigne”; dos tomos encuadernados en piel con el canto dorado y
con una dedicatoria a mi abuela que dice. “A mi adorada Teresa” Madrid 4 de
octubre de 1910.
-Mi marido que es un gran lector, y
yo, también hemos acompañado a los niños mil veces desde pequeños a comprar sus libros y les hemos
dejado revolver por los estantes para que escogieran lo que les gustaba.
-Leer es
entrar en un mundo mágico. Si tienes un buen libro, nunca te aburres, sino todo lo contrario ya que la
lectura te abre puertas mágicas de lugares a los que no te permiten llegar las
nuevas tecnologías, y te permite sentir emociones muy complejas.
-Los buenos
lectores manejan de otra manera el lenguaje, procesan de manera diferente las
señales visuales; incluso razonan y forman recuerdos de manera distinta a los no lectores, como
afirma la gran psicóloga Feggy Ostrosky- Solís.
-Un niño que
lee un cuento, siente una cantidad de emociones que les hace situarse
mentalmente en el lugar que describe su libro, todos los detalles, las
sensaciones que describe el texto, se integran en su conocimiento personal lo
mismo que si las vivieran, y se ha demostrado con escáneres que las regiones
del cerebro que se les activan son las mismas que si lo estuvieran viviendo en
el mundo real, cosa que no sucede cuando
les contamos el mismo cuento, aunque lo hagan" Cuentacuentos" profesionales.
-Los niños,
y los adultos, tendemos de manera natural a distraernos, según la psicología
evolutiva, por eso leer es tan bueno para mantener la concentración.