Si la profesora es buena y cariñosa, los niños la encuentran la persona más guapa del mundo
“La belleza
no es algo que alguien nos pueda entregar, es un poder que llevamos dentro
desde el principio como un resplandor interior.
-Esta
frase no es mía, sino de Marianne Willianson, escritora estadounidense
que ha creado el concepto “Miracle Matrix” y cada día, miles de personas en
todo el planeta, desde América del Norte a Sudáfrica, desde Europa hasta
Australia, se paran a meditar diez
minutos por la paz y el amor en todo el mundo, porque piensan que solo así
podremos cambiar las cosas uniendo las fuerzas de todos para conseguir un mundo
lleno de amor y felicidad.
-Curiosamente
a lo largo de la historia la belleza se ha asociado con el bien, y la fealdad y la vejez con el mal.
-Los cuentos
ponían a las hadas y a las princesas guapas y a las brujas y a las malas
personas feas y viejas…..
-Los niños
son la verdad, los que no fingen, y tienen los ojos limpios sin contaminar por
las publicidades y por las modas, y si os habéis fijado ven la belleza interior
mucho mejor que nosotros.
-Cuando yo
entré a trabajar a mi colegio, tenía 23 años, y como todos los jóvenes me creía
que estaba en posesión de la verdad.
-Había
terminado mi carrera con muy buenas notas y sabía más que nadie en este mundo….
-Cuando me
asignaron mi clase de 3º D, recuerdo que
recibí la visita de Miss Aroca, una señora muy bajita y arrugada que daba
clase a los niños de 2ºD, que estaba en
la clase de al lado.
- Me extrañó tanto que una señora que parecía
mayor que mi abuela diera clase a niños de 7 años, que pensé:
- ¡Estos
ingleses están locos, mira que poner de profesora a esta anciana, habiendo
tantas chicas jóvenes que matarían por este trabajo!.....
-La vida te
enseña lecciones poco a poco, y a veces te devuelve tus pensamientos y te hace
enfrentarte a ellos.
-Fueron
pasando los días, las semanas y los meses, y
siempre que tenía un rato libre
, aquella profesora bajita y viejecita me visitaba y me aconsejaba bajito y con voz dulce: Paloma, ¡no les hagas trabajar
tanto¡ son tan pequeños!, no tengas tanta prisa, que el curso es muy largo.
-¡ Procura
que disfruten, y no te fijes tanto en el
programa!.
-A mí,
aquellos consejos me molestaban un poco, herían mi ego, y además me parecían innecesarios, porque yo había
demostrado que era una buena profesora, y el que una señora tan antigua, con los años de Matusalén, se atreviese a darme cada día un consejito, me
molestaba, aunque sin darme cuenta empecé a hacerla caso, y a bajar el listón
de mis exigencias.
-Empecé haciendo que participaran todos los niños en
todas las actividades, y sobre todo centrándome en que fueran felices y se
sintieran seguros.
-La sorpresa
que me hizo decir “Mea Culpa”, llegó un
día de la mano de una visita de una amiga de la directora, que nos pidió a las profesoras de 3º, que les
dijéramos a los niños que escribieran una redacción de unas cincuenta
palabras titulada: “Mi mejor profesora
del año pàsado”, porque estaba haciendo una tesis y tenía muchísimo interés en
saber qué es lo que valoran realmente los niños en sus profesores, al año
siguiente de haberlos tenido, y que es
lo que más les gusta de ellos.
-Al día siguiente
le dimos a cada uno una hoja de papel rayado, pusimos música suave (
aconsejados por Miss Aroca) y les animamos a que escribieran durante un ratito
sobre su profesora favorita del año anterior, o sobre cualquier profesora del
año anterior que les hubiera gustado.
-Los
trabajos iban sin firmar para que no les diese vergüenza expresarse.
-Los niños se pusieron a escribir muy contentos y
concentrados, a pesar de que solamente
tenían 7 y 8 años.
-Cuando
terminaron, la directora me dio a mí todas las redacciones de las 4 clases y me
dijo que puesto que yo era la más joven, y la única que no había estado el año
anterior, la gustaría mucho que las leyera sin corregirlas y que le escribiera
un pequeño resumen de las cualidades que opinaban los niños que debía tener una
buena profesora.
-Al llegar a
casa, me hice un cafetito, y me senté a trabajar con las redacciones, pues estaba
muy interesada en saber las cosas que les gustan más a los niños de sus
profesoras.
-El
resultado fue tan impactante que todavía tengo la sensación de estarlo leyendo.
-Los niños
de las 4 clases, pensaban que la mejor profesora de todas era Miss Aroca, y la
valoraban con un 100 sobre 100.
-Decían cosa
tan dulces como estas:
-Miss Aroca
siempre nos habla muy bajito.
-Miss
Aroca siempre tenía tiempo para
escucharnos.
-Miss Aroca
tiene una preciosa sonrisa.
-Miss Aroca
tiene las manos muy suaves.
-Miss Aroca
nunca nos regaña delante de los demás, nos habla a solas al final de la clase o
nos saca a hablar con ella en el pasillo………
-Miss Aroca
piensa que casi todo tiene arreglo.
-Miss Aroca
nos sienta en un corro y podemos contar cosas que nos han pasado.
-Miss Aroca
huele siempre como las flores.
-Acabé de
corregir, llorando, porque me enfrenté por primera vez en mi vida con las
prioridades que hay que tener y que Miss Aroca con más de 70 años sabía al
dedillo, y nos aconsejaba a las jóvenes cada día.
-Al día
siguiente, pedí una reunión en el Staff Room de Primaria, y cuando nos reunimos
en el recreo las profesoras, empecé pidiendo perdón a Enriqueta Aroca, por no
haber valorado todos sus consejos como se merecían, y les leí a mis compañeras
los resultados.
-Ellas no se
sorprendieron, porque sabían lo importante que era Miss Aroca y lo que la
querían los niños.
-Tuve la
gran suerte de trabajar un par de años con esta gran profesora, y creo que le
debo a ella todo lo buena profesora que he llegado a ser, porque me enseñó a
ver la belleza interior de cada niño, y a priorizar con amor, pues son muy
pequeños y en estas edades una buena autoestima y una atención individualizada,
marcará su vida.
-¡Gracias Miss Aroca !