Esta mañana
me he hecho un corte tremendo en la mano derecha con una lata de atún que había
en el fondo del cubo de basura al tirar un envase de leche y apretar.
-Ha sido
todo muy exagerado, porque como tomo Sintrom que es un anticoagulante, he
dejado la cocina como en “La matanza de Texas”.
-Mi marido
alarmadísimo me ha curado con alcohol y me ha puesto una gasa y un esparadrapo,
pero hemos tenido que salir corriendo al ambulatorio porque no paraba de
sangrar.
-Allí me ha
visto el médico, y ha decidido ponerme puntos, así que me han tumbado en una
camilla, me han dado anestesia local y me han cosido la herida con 4 puntos.
-Me han
regañado mucho, por apretar la basura, y pensado despacio, tienen razón, pero
es una de esas cosas que yo siempre hago para que no abulte tanto.
-Después me
han puesto la vacuna antitetánica en el brazo y me han vendado muy bien y me
han puesto una gasa de cabestrillo para que no baje la mano, así que ahora
estoy escribiendo con la mano izquierda muy despacito, pensando que lo bueno es
que cuando haces cosas que no sueles hacer estás abriendo nuevos caminos
neuronales, y que mi cerebro seguro que le saca partido.
- Los
accidentes en casa son mucho más frecuentes de lo que nos imaginamos. Una
enfermera me ha contado que hace tiempo una señora se hizo una herida muy grave
en el pie, por aplastar la basura con el pie, o sea que esta mala costumbre de
aplastar los envases no solamente la tengo yo, ¡menos mal!, porque consuela
saberlo, y ¡que mal de muchos consuelo de tontos!....
-Toda mi
familia se ha asustado tanto que me han abrumado con sus atenciones. Mis dos
hijos que están uno en París y el otro en La Manga del Mar Menor de vacaciones,
me han llamado ya varias veces, y la verdad es que no ha sido para tanto,
solamente la incomodidad de no poder usar la mano derecha, me consolaré
pensando en lo lista que me voy a volver con tantísimos caminos neuronales que
estoy abriéndome.
-Mi hija Gema
que estaba trabajando en el montaje de
su nueva academia de pintura, se ha presentado al momento, y yo al salir la he
tranquilizado y me he ido a la peluquería, porque si encima de estar asustada y
dolorida, estoy mal peinada, todo se ve muchísimo peor.
-El tener
buen aspecto cuando no te encuentras bien es básico para subirte la moral, y yo
ahora estoy muy bien peinada escribiendo mi blog para contaros mi pequeño
accidente, y para aconsejaros a los que como yo, tengáis la mala costumbre de
aplastar la basura que no lo volváis a
hacer.
-¡Hasta mañana!