(Esta es la
portada del libro “Calor de Hogar”
Esta tarde
he estado hablando con mi sobrino Javi, para darle la enhorabuena por el nacimiento de su precioso
bebé Alejandra, y preguntarle por Carmen su mujer, ya que el parto ha sido con
cesárea.
-Mi
hermana Mª José, que es la abuela de
Alejandra, me ha contado que la nena se ha pasado la noche lloriqueando, y que Carmen y Javi la han tenido todo el tiempo en
brazos, porque lloraba bajito y les daba mucha pena.
-Yo le he
dicho que me parece que han hecho lo correcto, porque los bebés cuando lloran y
nadie les hace caso, se siente
angustiados y desesperados.
- Le he
dicho a Javi, lo que llevo muchos años diciendo a todos los miembros de mi familia que tienen
bebés, y que aprendí leyendo los
maravillosos libros de Vitus B. Dröscher, el famosísimo etólogo alemán, que es
un experto en contarnos cómo resuelven
los animales sus problemas familiares: ¡ Que les cojan y que les abracen hasta
que se tranquilicen!.
-Dröscher fue el primero que se atrevió a avisarnos de que la mayoría de los asesinos, locos,
desequilibrados…etc, no habían recibido el trato cariñoso que necesitaban
cuando eran bebés……
(He puesto
esta foto de los niños judíos asustados
al ser detenidos por los nazis en Varsovia).
-Es muy
fuerte saber que todas las juventudes nazis, en la llamada “Enseñanza Educativa
Nacionalsocialista” estaban formadas por chicos y chicas a los que separaban
de sus padres desde muy pequeños y educaban en escuelas donde les enseñaban a ser crueles, duros e inflexibles….Y todos
sabemos que ellos fueron los que consiguieron escribir el capítulo más oscuro
de la historia ya que participaron en la monstruosidad del Holocausto.
-Calor de Hogar
no es un libro normal, es una gran lección de amor escrita por un etólogo que
ha dedicado su vida a estudiar a los animales, y que una vez que te cuenta como
resuelven sus problemas familiares, te los compara con nosotros, que
creyéndonos tan civilizados, a veces por desconocimiento, tenemos con nuestras crías,
un comportamiento inapropiado, porque nos han dicho que hay que educarles, para
que no se acostumbren mal.
-Cómo es
posible que muchos padres digan que
abrazar a un bebé cuando llora porque está asustadito, o está incómodo, o tiene
miedo, o tiene hambre, o está intranquilo, sea una forma de maleducarle.
(He puesto este precioso cuadro de 1872 de
Berthe Morisot, La Cuna , porque refleja claramente el amor de la madre
vigilando el sueño de su bebé).
-“Nosotros,
dice Vitus B. Dröscher, seres humanos
civilizados, tenemos que comprender con toda claridad que nuestros bebés son
seres que por naturaleza buscan el contacto con la madre, que debe llevarlos en
sus brazos o pendientes de su cuello como ocurre con todas las especies de
monos recién nacidos que se aferran a sus madres desde que nacen”.
-Los bebés de estos padres jóvenes, tienen la gran suerte de contar con un padre y una madre que están encantados de compartir las tareas de la crianza y educación de sus hijos, cosa que no era tan corriente en el año 1980 cuando se publicó este gran libro.
-“Un ser tan
pequeño y delicado, que precisa el calor y el contacto del cuerpo materno y
escuchar el latido del corazón de la madre para tranquilizarse no puede ni debe
ser privado de ello. Si le faltan estas cosas, siente un terrible miedo
instintivo a haber sido abandonado o a haberse perdido, que es en todo
semejante a la muerte”.
-Aún a
riesgo de parecer exagerada, voy a acabar mi entrada con una frase del autor
que dice:
-“Con el
abandono del niño al que no atendemos
cuando llora estamos plantando en él el
germen de la angustia vital y de la desesperación. Comienza su desarrollo
anímico de manera defectuosa y, en consecuencia, terminará en los casos más
graves con una posterior tendencia a las drogas y muchas veces incluso al
suicidio” .