Los niños
son nuestro mayor tesoro.
-Todos
sabemos que son los portadores de la antorcha, y que si queremos tener una vida
mejor en una sociedad honrada y justa, la única solución es cuidar con amor
cariño y atención a nuestros niños.
-Los niños,
todos sabemos que aprenden por imitación lo que ven, no lo que oyen, y ellos, desde muy pequeños, escogen los valores
que les parecen mejores, y que suelen ser los de sus padres y educadores.
-Todos los
que amamos a los niños, debemos intentar ser para ellos unos modelos dignos, y
no consentir bajo ningún concepto que se les maltrate, desatienda o humille,
porque son tan frágiles que eso marcará su vida futura.
-Estos días
todos los españoles, hemos asistido consternados a la confirmación de que dos
niñitos pequeños, han sido asesinados por su padre, la persona que debía
quererles y protegerles…….
-Nadie puede
pasar por alto una situación familiar o vecinal
en la que haya algún tipo de abuso, porque el que calla, otorga, y el
silencio en estos casos no es nada más que cobardía……
-Intentaremos
entre todos que la vida de los niños que nos rodean sea lo más feliz posible, y
esto se logra con armonía, con amor y con normas.
-A los niños
hay que tratarles con el amor que nos hubiera gustado que nos trataran a
nosotros, y debemos escucharles cuando tienen algo que decir, porque a veces no
les prestamos la atención debida, y no comprendemos que están sufriendo por
algo que nosotros con una simple explicación, podríamos evitar.
-Los niños
necesitan saber que les queremos, y debemos decírselo a menudo para que tengan
la seguridad de que son merecedores de nuestro cariño.
- Los niños
necesitan normas, y los padres permisivos que les maleducan por comodidad, no son mejores
padres.
-Mi madre me
decía a mí cuando tuve a mi hijo Daniel:
-Tú le has
traído a este mundo, ahora tienes que enseñarle a vivir en él.
-Un niño sin
normas, está perdido, porque siempre necesitará saber las reglas, si le dejas
hacer lo que él quiera, le estás `poniendo en peligro, es como si le dejas
cruzar un abismo por un puente sin barandillas.
-El niño
necesita saber lo que puede y lo que no puede hacer, y mientras es demasiado
pequeño, no va a necesitar que le expliques el motivo, a veces basta con que
digas ¡No!.
-Los niños
son tan alegres y tan cariñosos como nosotros les enseñemos a serlo.
-La vida
puede ser para ellos bonita y fácil, o un terrible valle de lágrimas. Nosotros
escogemos.
-Tenemos
tanto poder, que desgraciadamente no somos conscientes a veces de que una mala
palabra dirigida a un niñito en un momento de ira, puede marcar su vida, por
eso seremos cuidadosos con las palabras, y sobre todo no bromearemos con las
cosas que a ellos puede hacerles daño.
- Aunque algunos
padres de nuestros amigos, fueron muy negativos,
regañones y gruñones; tenemos que pensar que fueron niños de una posguerra
dura, y tuvieron una infancia difícil, pero ese no es gracias a Dios el caso de
nuestros niños.
-No debemos
sentirnos frustados si no van al ritmo que nosotros queremos; los niños son
como son, y aprenden a distinto ritmo, según sus capacidades.
-Punset, dice
que no tenemos más remedio que desaprender una
serie de retahílas, que a lo mejor decían
ellos, como:
-“La letra
con sangre entra”, estas teorías, están obsoletas y son falsas, porque con
miedo y castigos, no se aprende nada, mientras que con cariño y motivación, las
cosas se interiorizan muchísimo mejor.
-Nunca
debemos pensar que seremos más felices cuando crezcan, porque entonces nos
perderemos una época preciosa que nunca volverá.
-Los niños
nos deben hacer felices siempre, y como los adultos somos nosotros, no debemos
aspirar a que consigan logros altísimos,
sino vivir con ellos cada día lo que nos
toque, y poco a poco, irán consiguiendo sus metas.
-Tenemos que
conseguir que sonrían, pues la sonrisa de un niño, ilumina toda una casa.
-Vamos a
prometernos revisar nuestros comportamientos con los niños, y a no
consentir ningún tipo de abuso ni de
maltrato, porque ellos son nuestro mayor tesoro.
-Todos los
que tenemos la suerte de tener a nuestro alrededor niños, somos muy
afortunados, porque los niños te llenan de felicidad, y la única felicidad es
la de aquí y ahora.