Tengo una
amiga que no sabe aceptar regalos.
- El otro día sin ir más lejos, mi hija Gema y
yo, la regalamos un libro que vimos en la librería de El Corte Inglés, porque
nos parecía que la iba a gustar mucho.
-La verdad,
es que al día siguiente, según se lo llevaba a la tienda donde trabaja, pensé
que a lo mejor, no había sido una buena
idea, porque esta chica no sabe aceptar regalos, y además de decirte 60 veces
que para que te has molestado, que por qué te has gastado el dinero en ella, y,
que ella no puede aceptarlo, al día
siguiente o a los dos días a más tardar, se te presenta con un regalo carísimo,
que casi nunca te sirve para nada, porque nunca es algo personal pensado para ti,
sino que es alguna bisutería muy fina, (que yo no uso) para corresponder adecuadamente según su manera de
pensar.
- Yo la
quiero mucho, porque es una chica encantadora, muy
amable y simpática pero me indigna esta situación, y me gustaría que acabase ;
así que estoy pensando que la única solución es
no volverla a regalar nada…..
-Si cada vez
que la regalo algo, la obligo a devolverme el regalo, es mejor no hacerlo y
punto y final.
-Saber
aceptar un regalo, es sentirse merecedora de él, yo siempre pienso que la
persona que te lo hace ha pensado en ti, y se ha preocupado por escoger
algo que piensa que te va a gustar, y
ese detalle, ya es en sí un regalo…...
-Yo, tengo
mucho que agradecer a mi abuelita que era una gran señora educadísima, y a mi madre, que siempre me dijeran que
cuando me hicieran un regalo, diera las gracias, y procurara abrirlo delante de
la persona que me lo hacía.
-A mí, no me
enseñaron a que dijera nada del tipo de por qué te has molestado, o ¡como
eres!, o ¿porqué te gastas el dinero?,
así que como siempre que me regalan algo, me pongo contentísima, la gente
siempre me regala un montón de cosas.
-Aceptar un
regalo, no significa para nada ser una persona aprovechada, sino todo lo
contrario, y devolver otro inmediatamente, es una gran grosería, porque le estás mandando a la persona que te lo
regala un mensaje que dice, yo te devuelvo
otro regalo, porque no voy a ser menos…..
-A mí,
también me encanta regalar, y de hecho
soy muy regalona, pero casi siempre que compro algo a alguien, es porque me
acuerdo de ella o de él al ver una cosa, y me parece que le va a gustar.
-Esta tarde
hemos ido mi hija Gema y yo, a recoger a
mi hijo Daniel que venía de París a pasar unos días en casa.
-Nada más
vernos, me ha dado un beso, y una caja de La Durée con marron glacés y una bolsa negra
de tela que vi en mi viaje a París de hace unos días, y que no pude comprarme .
Es preciosa, no pesa nada, y pone Paris, París, París, muchas veces, y me parece muy práctica para
verano, porque no pesa nada, y como yo, llevo siempre el bolso como Mary Popins, pues me conviene que no pese.
-Daniel sabe
que a mí me encanta el marron glace, que son como sabéis castañas con cobertura dulce, porque la gustaban a mi
abuelita. Siempre decía que su marido que había vivido en París, se los
compraba a menudo y yo, cada vez que los
tomo me recuerda mi infancia, por eso Daniel
siempre me los trae.
-Yo le he
dicho que bonita la bolsa, y que ricos los marrons, mil gracias hijito. ¡Dame
un besito!, y se ha puesto tan contentol……
-Todos
tenemos que sentirnos merecedores de que nos regalen, porque significa que nos
quieren y que han pensado en nosotros con cariño.