Hoy por fin
me he atrevido a contestar a José, un amigo de la familia, que me mandó un mail desgarrador hace
días, contándome que Ramona, su querida mujer se había muerto el día 16.
-En estos
casos, el primer impulso que solemos tener, es posponer la contestación, porque
no sabemos qué decir. ¿Cómo le voy yo a
consolar de una pérdida tan tremenda?.
- ¿Qué se
puede decir a un buen hombre que quería muchísimo a su mujer, y que cuando
aparentemente estaban los dos en una buena edad y en un buen momento, con los hijos crecidos, con
nietos, con pocas preocupaciones, viene la vida, y le da un tremendo hachazo
quitándole a su mujer, que es su gran amor, la madre de sus hijos y su compañera……
-Recuerdo
cuando mi hermana Mima, se quedó viuda
tan joven, con dos niños chiquititos, que nosotras, sus hermanas no sabíamos
que decirla, porque no tenía consuelo, y todo sonaba a hueco y a innecesario.
-Perder a tu
marido, o a tu mujer, yo creo que es tremendo, porque como tienes la vida hecha
con él , o con ella, además del amor, te queda un hueco triste que es la
costumbre…..
-Una
compañera nuestra del colegio, que se quedó viuda, nos decía que ella seguía poniendo la mesa con el cubierto de su
marido, como si esperase que llegara milagrosamente una noche de pronto….
-José, nos
dice en su correo, que no está bien en ningún sitio, que tiene una inmensa
tristeza, y que no sabe qué hacer.
-Yo me he
armado de valor, y le he contestado esta tarde en nombre de las tres hermanas, diciéndole que comprendo
perfectamente su desolación, porque la
última vez que Ramona y él vinieron a
visitarnos a Madrid, lo pasamos
estupendamente con ella, era una mujer encantadora, tenía mucha gracia y era
muy simpática.
-Nos gustó
tanto, que nos encariñamos inmediatamente con ella, y
prometimos seguir en contacto.
-Le he dicho
que ella siempre quería lo mejor para él, y que tendría que seguir adelante
con su vida, con sus hijos, sus nietos y
con tantísimos amigos que les queremos.
-También le
he aconsejado que que cada vez que se
acuerde de ella, rece, porque: ”Quien a Dios tiene nada le falta” , y que siga
para adelante……
-Consolar es
muy difícil, porque mientras pasas esa dolorosa primera fase del duelo, estás desolado, desconcertado y tienes una
actitud de incredulidad que no es ni más ni menos que “La negación”, luego
vendrá la segunda que suele ser la de “tristeza
profunda”,y más tarde llegará “La desesperación y la depresión”, hasta que
al final se logra alcanzar “La aceptación y la paz”.
-José,
rezaremos por Ramona, y te diré que repitas esta jaculatoria cuando estés
desolado:
-“Ayúdame
Señor a recordar, que no hay nada de lo que me suceda hoy, a lo que juntos Tu y
yo, no podamos hacer frente”