Esta tarde
nos hemos pasado por la Clínica San José mi marido, mi hermana Mima, Javier y
yo, para conocer a la pequeña Alejandra que nació anteayer.
-La hemos llevado una maletita con unos bodys que
compramos en París y que le ha pintado mi hija Gema.
-Cada niño
que nace es un milagro, pero Alejandra además es una auténtica muñeca, y cuando ves a un bebé
tan querido, te das cuenta de lo que es el amor perfecto.
-Javi, su
padre dice que es una niña que decidió muy pronto entrar en este mundo, y que se
agarró con sus manitas, aguantando adversidades, porque las tuvo, ya que Carmen
creyó que estaba embarazada al mes de casarse, y después de ilusionarse muchísimo
los dos, vieron al día siguiente que perdía mucha sangre, así que como ella es
médico, creyó que era un aborto espontáneo, por eso no fueron al médico, si no
que decidieron esperar a otra ocasión con calma.
- Se fueron de vacaciones a esquiar , pensando que ya vendría su bebé cuando
tuviera que venir, pero como dice mi nieta Natalia ¡Tachán!, al volver a las
tres semanas, Carmen se encontraba hinchada, y como es radióloga, se hizo ella
misma una ecografía y descubrió que Alejandra seguía en su tripita, y latía con
fuerza su pequeño corazoncito.
-Carmen
llamó a Javier para contárselo, y él, como loco, dejó una reunión importantísima de
trabajo para ir a ver a Carmen, y juntos celebraron emocionadísimos que la nena
hubiera aguantado como una jabata.
-El
ginecólogo, les dijo que había tenido una amenaza de aborto, no un aborto, y
que Alejandra gracias a Dios estaba bien.
-Tuvo otro
gran susto, con un nuevo sangrado, pero sobrevivió acostadita con mamá mes y
medio de reposo absoluto.
-Los niños
nos esparcen una especie de polvo de estrellas que nos hace ser fuertes y
pacientes........
-Carmen y Javier
le hablaban y le decían que estaban deseando verla, y se ve que ella al saberse
tan querida decidió luchar y lo ha conseguido.
-El parto de
Alejandra ha sido con cesárea, y claro la nena está sonrosadita. Pesó 2 kilos
700 gramos, y midió 49 cm.
-Esta tarde
la he tenido un ratito en brazos, ha sido una experiencia emocionante, pues mi
nieto Alvaro que es el pequeño, ya tiene dos años y medio, y ha sido el último
bebé recién nacido que he abrazado.
- Sus deditos se perdían en mi mano, y la
gustaba mucho que la acariciase.
- Parecía una muñeca, hacía pucheritos y
sonrisas dependiendo de lo que estuviera soñando, pero no me cabe la menor duda
de que será muy feliz porque es una niña muy deseada que llega a casa de unos
padres que la quieren mucho, y que harán lo posible por lograrlo.