Es tan importante como nos despertemos cada
mañana, que de ello dependerá el éxito o el fracaso de nuestro día.
-Si nos despertamos alegres, contentos, sonrientes y nos sentimos felices; nuestro
subconsciente que es como el mago de Aladino solamente querrá agradarnos y hará todo lo posible para que tengamos un buen día.
-Si por el contrario nos despertamos tarde
porque se nos han pegado las sábanas, nos lavamos “a lo gato”, y sin desayunar
salimos abrochándonos en el ascensor , estaremos planificando un día lleno de
desorden, estrés y caos, y así será.
-Nos aconsejan los expertos que
nos levantemos antes de la hora habitual, (una hora antes de salir a la calle
sería lo ideal) y después de estirarnos un poco, bostezar y sonreír, abriremos
la ventana para llenarnos de aire fresco y de luz.
-Nos ducharemos y haremos algún ejercicio de
gimnasia, de yoga, o simplemente respiraciones, y nos prepararemos un desayuno
abundante como si tuviéramos vacaciones con café, té, chocolate, infusión ….zumo
de fruta recién exprimida, o por lo
menos sin azúcar añadido .
-Repasaremos nuestra agenda, leeremos la prensa,
o charlaremos con la familia si tenemos la suerte de desayunar acompañados.
-Saldremos hacia nuestro trabajo con tiempo
suficiente como para poder perderle un poco utilizando otra parada de bus más
alejada, o aparcaremos el coche antes de llegar a la oficina e iremos un trecho
andando, cada uno según prefiera.
-Disfrutaremos de la alegría de la calle recién
levantados, y nos reiremos de los enfados que tienen los que no pueden aparcar,
o los que están en un atasco.
-Entraremos a nuestro trabajo sonrientes y
relajados y nuestro día será muchísimo mejor porque hemos alineado las cosas
para que así sea, ya que en nuestra cabeza mandamos nosotros y no dejaremos que
nada negativo ni inadecuado nos lo estropee.
-Buenas noches.