Cuando nosotros éramos niños, en Madrid, no
existía la costumbre de pedir juguetes a Papá Noel; por eso a pesar de que
nuestros magos de Oriente nos visitaban
solo un día antes de volver al colegio, durante todas las vacaciones los
niños procurábamos no hacer cosas malas que pudieran obligar a sus majestades a
pasar de largo , o a dejarnos carbón.
-Cuando aquellos niños fuimos padres, nos empezamos
a acostumbrar a que nuestros hijos pidieran los juguetes a Papá Noel en casa de
unos abuelos y a los Reyes Magos en la de los otros , para que pudieran
disfrutar con sus juguetes al menos durante una semana antes de ir al cole.
-Actualmente , los que tenemos nietos de 9 y 10
años, no paramos de comprar cosas que ellos nos han encargado y que recogen como
si fuera un envío de Amazon.
- Este año, hemos decidido añadir un toque de sorpresa la Noche de Reyes, para que lo abran con sorpresa, sin
saber lo que se van a encontrar. Este es
el verdadero espíritu de la Navidad y nos gusta mucho más que las cosas modernas.
-Recuerdo que yo pedía año tras año una bici, y
siempre encontraba en el mirador de nuestra casa de Maldonado un triciclo, y
pensaba que los Reyes no se habían enterado bien, o que yo no había escrito la
carta con claridad, pero como nunca
llevaban ticket regalo , ni lo podíamos devolver, al día siguiente me bajaba al bulevar de Velázquez ( que ya no existe), con mi triciclo, tan contenta..
- Este año he pedido un borrador gigante , para
borrar de mi vida todo lo malo, o todo lo que a mí me lo parezca y me haga
daño.
-Muchas risas y sonrisas para disfrutarlas junto
a mis seres queridos y también para regalárselas a todos aquellos que no
sonríen casi nunca y que las están necesitando.
-Unas gafas con cristales rosas para disfrutar
de toda la belleza que nos rodea.
-Una caja mágica para poder guardar tantos
momentos buenos y sacarlos para volverlos a ver en los malos.
-¡Felices Reyes Magos!
-Buenas noches.