-Esta tarde he estado hablando con mi amiga Ana sobre nosotras; somos las madres delicadas sobre las que todo el mundo pregunta, pensando en que cualquier momento les van a decir que se han muerto, pero de las que nunca se acaban de despedir porque a nuestros hijos les hacemos muchísima falta y no se atreven a dejarles solas como si siguieran siendo niñas
-Ana ha sobrevivido a un cáncer tremendo
y yo soy una cardiaca con un corazón enorme con insuficiencia mitral que
arrastra una y que me ha convertido en
una cardiaca crónica a la que han operado a corazón abierto (a la antigua) 2
veces y se han pasado la vida haciendo
pronósticos sobre nuestra esperanza de vida, pero seguimos siendo los pilares
de nuestras familias: las que cocinan para todos y reciben en sus casas para
celebrar las comidas caseras y reuniones familiares para todos en cualquier
evento. Antes del covid mucho mas, claro.
-Así que cada día nos hacemos más fuertes y nos gusta disfrutar mas de esta vida, familiar y sentimos que tanto la familia como los amigos siguen escuchándonos y preguntándonos nuestra opinión sobre sus dudas y preocupaciones.
-Lo mejor es que hemos aprendido a
valorar cada momento y a disfrutar de todos ellos como cuando quedamos con nuestras amigas de la academia de pintura.
-Nosotras por nuestra edad y
experiencia, hemos aprendido a priorizar y a minimizar las cosas y quitamos
importancia a las que nos parecen tonterías y se las hacemos quitar a los que más
queremos.
-Cualquier cosa que les preocupe nos parece ligero y el hecho de que se lo digamos les aclara mucho la vida, aunque desde esta pandemia sean ellos los que nos están protegiendo.
-Las dos estamos dispuestas a aguantar
lo que haga falta hasta dejar enjaretada a nuestras familias.
- No somos soberbias; pero las cosas
cuanto más claras, mejor. Os recomiendo que disfrutéis de vuestra familia y seres queridos que todo son tontunas.
-Buenas noches.