-Los que como yo, somos un poco supersticiosos,( por si
acaso), nos habíamos puesto ropa interior roja, y a los demás, mi hermana Mima,
que era la anfitriona, se dedico a repartir pañuelos, fullares, bufandas, hasta
servilletas de papel rojas para brindar después de las uvas.
-Nos besamos todos y nos abrazamos, dando vueltas al salón,
para que todos felicitáramos a todos, incluidos los 4 niños pequeños, y después
nos sentamos muertos de risa.
-Da mucha alegría el tener una vez al año, la ocasión de
verlos a todos juntos, pues en este Madrid, los horarios, hacen difíciles las
reuniones familiares cuando son muchos.
- Nuestros hijos, son
mayores, y, cada año, se suman las
parejas, o los niños, y cada vez somos
más, y como hacía mi madre, pedí, que el
próximo año, nos pudiéramos reunir todos otra vez porque no hay que abusar, es
mejor pedir solamente de año en año……
-Recuerdo como si fuera hoy, el último año que celebramos
con mamá las navidades, e intento recordar, si estuvimos a la altura, si la
demostramos lo muchísimo que la queríamos todos, y la falta que nos hacía…..
-Mi madre era una mujer muy lista y muy valiente; tenía
tremendos dolores que según el médico, la deberían tener en una silla de
ruedas, en cambio ella, nunca quiso, y
ni siquiera utilizó bastón, ya que era muy presumida y nunca se quejaba. Se apuntaba a un bombardeo,
y lo que más la gustaba era celebrar las navidades con todos sentados en su mesa,
y siempre se estaba riendo y era la más alegre……
-Los últimos años, la cena ya la hacíamos nosotras aunque siempre cenábamos en su casa.
- A mí, me enseñó ella e a hacer el cordero en su cocina, ,
porque ella ya no podía sola, pero sentada en la cocina, tan menudita y
sonriente, me dirigía, lo probaba y lo supervisaba todo.
-Mi hermana Mª José hacía los langostinos y el sorbete y la
tarta de queso, Y Mima ponía los aperitivos.
-Mi hija Gema, decoraba su casa, y se la dejaba muy alegre,
como ella quería, y ponía espumillón, un belén, corona de
bienvenida en la puerta, y alguna cosa en cada habitación……
-Recuerdo con que orgullo nos miraba, y como se alegraba de
cualquier éxito nuestro, de sus nietos, o de cualquier cosa buena que nos
pasara
- Siempre nos encontraba guapísimos, y la gustaba vestirse
muy elegante para estas cenas, y que nosotros también lo hiciéramos, y al
vernos, nos miraba con mucho orgullo.
-Anoche, yo los veía, a los primos cenando contentos y bromeando, y no podía por menos que pedir a
Dios que nos conceda el poder repetirlo el año próximo.
-Los 4 niños se sentaron en unas mesitas bajas con sus
sillitas, y no solamente no dieron ninguna guerra, sino que sus risas y bromas
contribuyeron a que fuera una noche muy bonita..
-En la escuela de la vida, aprendemos que los problemas
aparecen y desaparecen, pero la familia siempre está allí, solamente tienes que
llamarla, y nunca debemos consentir que se dejen de tratar por falta de espacio
ni de tiempo, pues con buena voluntad siempre habrá una manera.
-Hay que intentar no destruir los lazos, porque luego son
muy difíciles de reparar.
“La vida es demasiado corta para guardar rencillas, mejor
guardaremos cosa buenas y risas”.
-Intentaremos pasar un tiempo con nuestros seres queridos, y
decirles lo muchísimo que les queremos.
-No gastaremos energía en palabras inútiles que solo nos
conducen a las peleas sin sentido.
-Intentaremos recordar lo que nos reímos cuando estamos
juntos, y repetir las risas siempre que podamos.