-Esta mañana
en la peluquería, me decía una amiga que
acaba de perder a su madre, que se la han quitado las ganas de todo, que se ha
convertido de pronto en otra persona.
-Las penas de
ausencia, nos atraviesan el corazón y
nos duele el alma cuando son tan grandes y tan profundas como la de mi amiga.
-La
entiendo, porque yo pasé ese terrible trago, pero la vida sigue, y es única, y
te ofrece la posibilidad de que hagas aquello que deseas hacer.
-Seremos personas afortunadas, no cuando tengamos todo lo mejor, sino cuando sepamos escoger siempre
lo mejor de todas las cosas que nos encontremos en nuestro camino.
-A los
difuntos hay que rezarles, y enseñar a
los niños como eran, y cuanto les querían , para que conozcan sus raíces, pero
siempre con alegría y amor.
-Hay que
dejarlos ir, y nosotros tenemos que seguir avanzando porque la vida es una gran
escuela donde cada día tenemos la oportunidad de disfrutar y de aprender algo
nuevo, dejando atrás el lastre de lo que nos salió mal, o lo que nos lastimó.
-Hay que vivir
con alegría, porque solamente una vez pasamos por la vida, y es una aventura
maravillosa que debemos aprovechar.
Benjamín
Franklin decía:”La felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes
de suerte, que ocurren pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los
días”.
-Tenemos que
aceptar que la vida es como un tren, y que nuestros padres viajarán con
nosotros un trecho del camino más o menos largo, pero de pronto un día
desaparecen, y nos dejan huérfanos…..
-Tenemos que
aceptar que ahora están nuestros hijos, que no solo nos quieren, sino que
también nos necesitan, porque debemos pasarles la antorcha, pero todos sabemos
que hay muchas maneras de hacerlo.
-Tenemos que
enseñarles a apreciar la belleza que les rodea y todas las posibilidades que
les dará cada día la vida, si saben traducir sus señales.
-Sabemos que
hay gente( de la que desconocemos su infancia), que son unos auténticos
analfabetos emocionales incapaces de sentir empatía , ni amor ni respeto, por
eso debemos dejarlos pasar porque solamente nos harán daño.
-La vida hay
que vivirla con amor y alegría, y saber que cada día hay un monedero con 24
horas que tenemos que emplear de la mejor manera posible, porque a las 12 de la
noche se acabarán como la carroza de la Cenicienta.