Os voy a contar una curiosa historia real que
tiene moraleja.
EL BUDA DE ORO
-En Tailandia, en el año 1957, unos monjes de un
monasterio, decidieron trasladar una gigantesca figura de Buda de arcilla que tenían desde siempre en su
templo a otro lugar, debido a que iban a construir una autopista a través de Bangkok.
templo a otro lugar, debido a que iban a construir una autopista a través de Bangkok.
-Utilizaron una gran grúa debido al enorme
tamaño de la figura. Al poco de empezar a moverla, oyeron unos ruidos típicos del resquebrajamiento de la
estatua, así que la dejaron en el suelo fuera del templo, y decidieron esperar
otra grúa más grande, tapándola con una lona, hasta el día siguiente.
-A media noche, empezó a llover, y el monje
director preocupado por si la humedad estropeaba la estatua, fue con una
linterna a protegerla con una lona más grande.
-Examinó con la luz la estatua, y descubrió una
gran raja que al darle la luz, lanzaba un destello.
-Pensó que había algo debajo de la estatua,y, con
mucho cuidado empezó a darle pequeños golpes de formón y martillo,
sorprendiéndose de que cada vez brillaba más y más lo que había debajo.
-Investigaron
la historia del extraño buda, y llegaron a la conclusión de que cientos de años antes, el ejército de Burma,
se dirigía hacia Tailandia (que entonces se llamaba Siam).
-Los monjes, pensaron que los invasores les
robarían su estatua, así que decidieron cubrirla de arcilla para que no
despertara interés en los invasores, ya que estos solo querían oro y joyas.
-Lo malo de la historia, es que los invasores
asesinaron a todos los monjes, y nadie pudo contar lo que se escondía tras la
arcilla, hasta que en 1957 estos monjes descubrieron el gran tesoro que escondía.
-Actualmente la estatua que mide 3 metros y pesa
5,5 toneladas, está en Wat Traimit, en
el templo del “Buda de oro”.
-Dicen que el templo se construyó con la estatua
dentro. así como no cabe por las puertas, nadie podrá robarla.
-La moraleja es que todos tenemos una capa de arcilla cubriendo
nuestro corazón de oro, y sería práctico que nos la quitáramos, y nos
mostráramos tal cual somos.