Una amiga me
ha contado que fue al médico con su marido que
tiene cáncer , y que se quedó pasmada, cuando le dijo que lo más
importante era que él tuviera esperanza, que se tumbara tranquilamente y que se
visualizara curado, haciendo deporte y vida normal, que cuantas más cosas se
imaginara que hacía mejor, le sentaría el tratamiento y más rápidamente se
curaría……
-Los médicos
por fin se han dado cuenta de lo importante que es la actitud del paciente ante
su enfermedad, ya que dicen que esta actitud, puede ser la responsable de que sea o no sea
efectivo el tratamiento.
-Las
personas que tienen una actitud positiva ante la vida, tienen la capacidad de
ver su futuro como algo agradable y piensan que la vida les dará muchísimas
oportunidades.
-Las
personas que tienen esperanza en que van a mejorar, tienen más anticuerpos que
los que se creen que se van a morir; es como si tuvieran un fantástico ejército
armado hasta los dientes para vencer al enemigo.
-Mi suegra
decía unos refranes de Valladolid que a
mí me hacían mucha gracia, pero que visto lo visto, la sabiduría popular es
digna de respeto:
- “Querer sanar es media salud”.
-“El corazón
alegre, de salud es fuente”.
-Si
aprendemos a mirar solamente el lado positivo de la vida, tendremos muchísima mejor salud.
- Hicieron
un test a un grupo de universitarios, y al cabo de veinte años volvieron a
entrevistarles, y comprobaron que aquellos que habían sido catalogados como
optimistas, tenían a los 45 años mucha mejor salud que los pesimistas, mucha menor cantidad de enfermedades
infecciosas y depresiones.
-Ahora
sabemos lo que siempre sospechábamos que las personas optimistas, al ser más luchadoras,
son más persistentes, no se rinden con facilidad, y viven más años.
-La
esperanza es una emoción y el optimismo es una actitud, que nos hace mirar
positivamente hacia el futuro.
-Yo tuve
hace muchos años, en tercero de Primaria, un alumno con cáncer que venía a
clase después de la sesión de radio- terapia.
-Recuerdo el
miedo que teníamos Joanne y yo , la profesora británica que compartía conmigo
la clase, de que a este niño le pasara algo…..
-Llegaba al
colegio, a veces con tan mala cara, a media mañana , que parecía que se iba a
desmayar; pero como todos nos alegrábamos tanto
al verle, y sus compañeros le ayudaban; al rato, se reía como uno más….
-Yo tenía en
mi mesa unos caramelos chiquititos sin azúcar que le daba diciendo que eran
para no vomitar, y la verdad, es que cuando
tenía naúseas, se tomaba uno, y a veces dos, y nunca vomitó.
-Gracias a
Dios el tratamiento resultó muy bien, y se curó, y hace poco, me encontré con
su madre en El Corte Inglés, que después de agradecerme muchísimo mi cariño e interés por su hijo, me enseñó fotos donde se le veía hecho un
hombre guapo , fuerte y feliz, que ha acabó su carrera, y que trabaja y tiene
novia como cualquier chico de su edad.
-Cuando los
enfermos son niños, los padres son muy importantes, y la verdad es que esta
señora fue muy valiente, ya que se quedaba
escondida en el pasillo una hora por lo
menos, hasta asegurarse de que su niño estaba bien, sin mostrar jamás debilidad
ni duda ante él.