"SI NO TIENES LO QUE TE GUSTA, HAZ QUE TE GUSTE LO QUE TIENES"
De tí depende que tu vida sea feliz,debes escoger tus ingredientes.


lunes, 28 de julio de 2014

"Dialogar Con La Felicidad"


Todos deberíamos aprender la manera de dialogar con la felicidad, ya que estamos muy acostumbrados a dialogar con las desgracias y con los contratiempos.

- Es muy frecuente oir como una persona reacciona ante cualquier cosa que le sale mal diciendo:

-¡Soy tonto!, todo lo hago mal!, ¡no aprendo!, no valgo para nada!, ¡estoy gordísima!, ¡ soy horrorosa!......y mil cosas parecidas, y a veces las palabras hacen mucho daño.

-Hay que acordarse de que “El que no aprende el idioma de la gratitud, jamás podrá dialogar con la felicidad”, y si no sabes valorar y agradecer todos tus dones, no sirve de nada el que te ofrezcan joyas, porque solamente verás vídrios….

-Nunca podremos ser felices, si perdemos nuestro maravilloso tiempo en recitar esa lista de cosas malas y malísimas que nos han pasado, porque más de la mitad de ellas, a lo mejor ni siquiera sucedieron.

-La memoria, es mentirosa, ya que sin darnos cuenta, con los años vamos cambiando el giro de muchos de los acontecimientos que nos han pasado, exagerándolos, o minimizándolos.

-Las personas felices, suelen tener buenos  recuerdos, porque así lo desean,  y gracias a su optimismo e interés, han ido aligerando, mejorando, e incluso borrando  aquellas experiencias, aquellos sucesos, dolorosos, tristes, desagradables, y han logrado sustituirlos por pequeños recuerdos alegres y optimistas.

En nuestro cuaderno de palabras solo escribiremos mensajes positivos y optimistas que nos alegren.

-Para dialogar con la felicidad, tenemos que ser agradecidos, y darnos cuenta de la cantidad de cosas buenas que tenemos, y así poco a poco iremos atesorando un patrimonio de buenos recuerdos y experiencias que nos alegrarán la vida cada vez que lo recordemos.

-Estando de vacaciones un verano, nos encontramos en un hotel de Tenerife, a una compañera mía de colegio, de  cuando teníamos 9 años.

- Era una niña muy guapa, rubia muy empollona y acusica, a la que todas las monjas tenían enchufe, (o por lo menos así lo creíamos las compañeras.).

- Se había convertido en una chica guapísima,( como su madre, que era una alemana, muy diferente a nuestras mamás, porque se  parecía a una actriz), pero de carácter  no parecía haber mejorado nada.

-Charlábamos cuando nos encontrábamos, de cosas superficiales, del tiempo, de la comida, hasta que un día, cogieron las tumbonas al lado de las nuestras en la playa, y como hacía mal día, estuvimos juntas más de 2 horas hablando.

-Me  quedé pasmada al escucharla recordar con tanto odio nuestro  colegio, hablar tan mal de las monjas, y, de las otras niñas.  Como yo, no  podía dar crédito a lo que oía,  la dije:

-Mira: yo creo que te ha pasado algo que te ha hecho olvidar la realidad. Yo fui compañera tuya de pupitre un curso entero, y recuerdo que eras la primera de la clase.

-Parece que hemos ido a distintos colegios, porque yo tengo un buen recuerdo del colegio, y de las monjas,  que eran buenas y cariñosas,y te aseguro que aunque eran un poco exageradas con la disciplina,  jamás nos trataron mal a ninguna, y a tí, no solo nunca te regañaban, sino que siempre te mimaban muchísimo.

-Yo, que  fuí una niña normal, un poco traviesa y bastante charlatana, a veces tuve que escribir 100 veces:  “En clase no se habla”, pero eso es lo más duro que recuerdo :  ¿Cómo es posible que tú, que eras la favorita, la de los cuadros de honor, y la que siempre ponían de ejemplo, digas que las monjas te odiaban?.

-Se puso muy colorada,  no me contestó, y  al rato, cogió su toalla y se marchó con su marido, pretextando una urgencia, y nunca más volvimos a hablar del tema.


- Creo que esa niña, era y sigue siendo muy negativa, nunca estaba contenta con nada, y siempre criticaba y  sacaba defectos a todo , y por lo visto, la vida no solo no la mejoró, sino que la empeoró…..

- Vamos a intentar mejorar las palabras que usamos para referirnos a nosotros mismos, y a celebrar cualquier cosa buena que nos suceda.

Tenemos que conseguir como dice mi hermana Mima , ser nuestro abogado defensor, y  nunca nuestro fiscal.