La postura corporal que tengamos, influirá en
nuestro estado de ánimo.
-Sabemos que cuerpo y mente están íntimamente relacionados,
y aunque nos parezca que no tienen nada que ver, podemos transformar en un
minuto nuestro estado de ánimo cambiando de postura.
-Nuestros pensamientos malos y buenos, afectan
los procesos bioquímicos de nuestro organismo, de manera positiva o negativa.
-Una persona que está cabizbajo, con los hombros echados hacia adelante (los hombros caídos, significan mal humor), es casi seguro que está deprimido, y si sigue en esa misma postura, su depresión aumentará cada vez más, y las preocupaciones, si no las paras, afectarán a tu estómago.
-Una persona que está cabizbajo, con los hombros echados hacia adelante (los hombros caídos, significan mal humor), es casi seguro que está deprimido, y si sigue en esa misma postura, su depresión aumentará cada vez más, y las preocupaciones, si no las paras, afectarán a tu estómago.
-Si te levantas, te pones erguido, con el cuello
estirado, la barbilla levantada .¡Mandando!, respiras profundamente, abres los
brazos y sonríes, enseguida notarás que estás de buen humor, y que observas lo
que sucede a tu alrededor de una manera mucho más positiva.
-Siempre que estamos asustados, podemos sufrir
problemas respiratorios.
-La psicóloga alemana Doris Wolf, afirma: “siempre que procesamos algo, tiene consecuencias
en nuestro cuerpo y en nuestro estado de ánimo”.
-Lo mejor será poner el remedio inmediatamente,
así que si notamos que estamos vencidos y cabizbajos, lo primero que haremos,
será ponernos erguidos, con los hombros hacia atrás y sacando pecho, así de
momento, ya no podemos sentirnos inseguros, porque esta es la postura típica de
auto-confianza.
-Esta psicóloga , ha escrito un libro
interesantísimo titulado: “Comprender los sentimientos, superar los problemas”.
-Las terapias para arreglar malas situaciones,
empiezan siempre aconsejando a los pacientes que adopten posturas que
demuestren que se sienten felices, e inmediatamente se sentirán así.
-Si nos miramos al espejo, y sonreímos,
inmediatamente notaremos que nos empezamos a sentir mucho mejor.
-Comprender nuestros sentimientos, nos ayudará a
superar los problemas, así que si sonreímos no podemos sentirnos tristes,
porque es imposible sentirse feliz y desgraciado a la vez.
- Tenemos que hacer ejercicio, porque la
actividad física, es el mejor modo de lograr felicidad mental.
-Nuestra alma necesita que hagamos deporte,
aunque sea pasear o bajar escaleras, porque cuando estás cansado después de
hacer un ejercicio fuerte, tu cuerpo genera opiáceos, y esto hace que te
sientas inmediatamente muchísimo mejor.
-Nuestro cuerpo necesita relajarse y dormir al menos 7
horas, y, comer adecuadamente; y con
esto, ya sentaremos las bases para que nuestra vida sea mucho más feliz.
-¡Vamos a sonreir!