Esta tarde, estaba en la cama, reposando en una
especie de siesta, con mi mesa de portátil de Ikea comodísima, viendo una
película de la serie “El cuerpo del delito”.
- Estaba tan a gusto, que ya no podía pasar a mejor vida,
cuando de pronto me he acordado de mi amiga Isabel que la han operado hace unos
días.
-Los recuerdos, son meticones, y de pronto,
cuando más a gusto estás, ¡zas!, se te aparecen, y lo complican todo.
-Isabel, es una vecina mayor a la que yo quiero
mucho, que se cayó y se rompió la cadera, y como es viuda, sus sobrinos la
ingresaron en una residencia médica de Mirasierra muy bonita, para que se
recuperara e hiciera la rehabilitación necesaria, pero debido a su avanzada
edad, el cambio de vida, el susto, la anestesia de la cirugía, o que se yo, la
han confundido, y no coordina bien, así que me parece que ya no va a volver casa…..
-He dado un salto en la cama, acordándome de mi
madre que era tan buena, y a pesar de lo ocupada que estaba, siempre tenía un momento
para visitar a los enfermos amigos o familiares, y muchas veces yo la
acompañaba y me decía que visitar a los enfermos es una obra de misericordia, y
cuando estás malo, agradeces muchísimo una visita, porque es la mejor muestra
de cariño.
-Se lo he dicho a Gema, que estaba en casa,
y ha dicho que ella también venía, así que
tras hacer un bizcocho pequeñito, nos hemos
arreglado muy bien,( porque a las visitas hay que ir muy bien arreglada), y en
las residencias más, porque las señoras presumen de sus visitas, y hemos ido a
verla.
-Estaba sentada en un salón muy grande, en una
mesa de juego con otra señora mayor, y las dos chicas jóvenes que las cuidan,
jugando a una especie de brisca, donde casi todas hacían trampas.
-Se ha alegrado tantísimo de vernos que
emocionaba comprobar, lo bien que se
acordaba de nosotras, y después de explicarles a las dos jovencitas que gana la
carta que pinta, y los valores de los triunfos , han recogido la baraja, y
hemos estado de palique alrededor de la mesa con Isabel, la otra señora y las chicas.
-Se nos ha pasado el tiempo volando, porque la
otra señora, una maestra de 93 años, con una memoria prodigiosa, resulta que
había dado clase muchísimos años, en un colegio de monjas que estaba muy cerca
de mi Colegio Británico, y hemos estado hablando de ello.
-A Isabel la acaban de operar del ojo, porque la
lente que la pusieron hace años cuando la operaron de cataratas, se la había
desplazado y veía muy mal, así que ahora con la lente nueva, vuelve a ver de
maravilla aunque no se acuerde de tal operación y afirme que siempre ha visto
divinamente…..
-Su marido ha muerto hace unos meses en Panamá, pero
ella no lo sabe, y cree que está de viaje ocupadísimo, así que a lo mejor esa
confusión es una buena vacuna contra el sufrimiento.
-La hemos contado que nos vamos a París, y se ha
alegrado mucho, porque ella pintaba y sabía mucho de arte…
-Nos hemos despedido prometiendo volver a la
vuelta de París…