A lo largo de nuestra vida conocemos a tantas
personas, intimamos con unas, mientras que con otras apenas cruzamos el saludo
de rigor.
-Existe una fuerza de atracción que es la que
hace que algunas personas se conviertan para nosotros en seres únicos e
insustituibles, sin importar el sexo ni la edad; es como si tuviéramos una aproximación de almas, casi desde el momento en el que entran en nuestra vida, y cuando
por la causa que sea, salen las echamos mucho de menos.
-A veces cuando estamos solos, nos ponemos a
pensar en nuestros padres, tíos, abuelos….en tantas y tantas personas queridas
que ya no están, y que nos gustaría que estuvieran, porque nos parece que
todavía nos hacen falta….
-Hay muchísimas clase de cariño,( si es que por
alguna causa queremos clasificarlas), pero desde luego, son tan distintos los
afectos que sentimos por unas personas y por otras, que si nos paramos a
pensarlo nos sorprende.
-No sabemos por qué hay gente que entendemos y
que notamos que nos entiende perfectamente, a pesar de no haber tenido
demasiado contacto con nosotros, ni de haber intercambiado excesivas
confidencias; son aquellos que notan que estamos pasando por un momento
difícil, y nos ayudan sin preguntar y sin justificarse…..
-Cuantas veces las personas que a veces están a
nuestro lado, no nos conocen, ni saben de nuestras ilusiones, nuestros miedos, ni
de nuestros sueños, o sea que el entendimiento, no es cuestión de distancia
física, sino espiritual.
-Lo peor es cuando nos damos cuenta de lo que nos importaba alguien,
cuando ya no está a nuestro lado, por eso, creo que debemos hacernos una promesa
a nosotros mismos, y es, que a partir de ahora, no nos despediremos de ningún ser
querido, sin decirle lo mucho que le queremos, porque aunque pensamos que lo
saben de sobra, sabemos que les encantará oírnoslo decir en persona.
-Solo tenemos el aquí y el ahora, así que
intentaremos ser felices y hacer felices a los que queremos en este preciso
momento, no cuando……..
-Escucharemos nuestra voz interior, y nos
dejaremos guiar por ella que es nuestra intuición, sin permitir que
razonamientos, e interpretaciones impuestas por las reglas sociales, nos digan
lo que nos conviene o lo que n o nos conviene, ya que quien mejor lo sabe es
nuestra conciencia, que es la voz de nuestra experiencia, la voz de nuestro
mundo interior sabio con la sabiduría de nuestros genes y de nuestras
experiencias.
- Así que si echamos de menos a alguien, a quien
afortunadamente se lo podemos decir, vamos a mandarle un WhattsApp, un mail,
vamos a llamarle por teléfono, o vamos a darle un gran abrazo y a decírselo.