Mientras dormimos, nuestro cerebro trabaja, repasando
nuestras acciones del día, reforzando
asociaciones que ya teníamos, y mejorando nuestra red neuronal.
- El propio
cerebro selecciona lo que es importante y lo que no lo es, a partir de una
especie de marcador, por lo que se afianza mucho más y lo recordamos mucho
mejor.
-Nuestra memoria, es capaz de de guardar datos
recientes, en nuestro archivo de recuerdos, y unir redes neuronales de nuevos datos,
con otras antiguas, preparando el terreno para nuestros aprendizajes futuros…
-Se ha demostrado que a las personas insomnes, las que no duermen, no les funciona la “Memoria Procedural”; que es la que nos permite realizar
acciones después de haberlas aprendido, sin necesidad de tener que mantener
nuestra atención en ellas; como por ejemplo conducir, porque lo hacemos de una
manera casi automática.
-Una mala noche sin dormir, es capaz de hacernos
olvidar algo que habíamos aprendido, ya que no lo retenemos.
-Jan Born, y su equipo de la Universidad de
Tübingen , Alemania, descubrieron que el sueño no solo solidifica los datos en
nuestra memoria, sino que además los modifica mejorando su calidad.
-Todos hemos comprobado que tras una noche de
descanso, tenemos una mejor visión de un problema, e incluso muchas veces
podemos resolverlo.
-Desde hace muchos años, los hombres han dicho
que los problemas “hay que dormirles”,
ya que nuestro cerebro sigue trabajando en ellos, mientras nosotros dormimos.
-El sueño es reparador, y nuestro cuerpo se
levanta con mucha energía, y con la mente alerta después de un buen sueño.
- Albert Einstein, era un dormilón, lo mismo que Goethe, y cuando se levantaban descansados, eran capaces de hacer genialidades.
- Albert Einstein, era un dormilón, lo mismo que Goethe, y cuando se levantaban descansados, eran capaces de hacer genialidades.
-Así que tenemos que dormir bien, ya que el
dormir juega un papel fundamental en la formación y procesamiento de la
memoria.
-Aprender cuando se está descansado, es
muchísimo más fácil que cuando no lo estamos.
-El famoso científico Matthew Walker de la
Universidad de California-Berkeley dice:
-“Hemos aprendido que dormir antes de aprender
ayuda a preparar el cerebro para la formación de los recuerdos”. “Y luego,
dormir después de aprender es esencial para ayudar a salvar y consolidar esa
nueva información en la arquitectura del cerebro, lo que significa que es menos
probable que se le olvide”