Nuestra alegría es una emoción que guardamos en
el alma.
-Para conectar con ella, solamente necesitaremos
aquietar
la mente hasta sentir nuestra paz interior y ya estaremos en nuestra maravillosa
fuente interior llena de alegría y tranquilidad.
- Cuando estamos alegres nos liberamos de todas las
preocupaciones y notamos un brillo interior que nos conectará positivamente con
las personas adecuadas, estimularemos nuestras defensas, reforzaremos el sistema
inmunológico, mejoraremos nuestra salud y nos reiremos mucho más.
-En la sabia medicina china, el corazón está
conectado con la alegría, porque se ha demostrado que funciona mucho mejor
cuando las personas están alegres.
-las alegrías fingidas, son falsas y se notan,
porque nuestro lenguaje corporal que es
mucho más auténtico que el verbal nos acaba traicionando.
-Cuando estamos crispadas porque nos encontramos
mal de salud, o porque tenemos problemas personales o laborales, no debemos
fingir alegría, porque no resulta, es preferible que lloremos, o nos enfademos
para dar rienda suelta a esa emoción , y
una vez que pase, sonreiremos en el espejo, ya que mientras lo hacemos, no podremos
estar preocupados ni enfadados.
-Si bloqueamos una emoción, bloquearemos todas, así que no conviene
reprimirse porque entonces no podremos tener alegría.
-La alegría nos da ánimo para ser consecuentes
con nuestros deseos y conseguirlos.
-La alegría
es un estado natural, es como una ducha tibia que nos baña por dentro.
-Cuando aprendemos a relajarnos y contactamos
con nuestra alegría, nos volvemos inspirados y eficientes.
-Cuanto más se aquiete nuestra, nuestra alegría
será mucho más interior.
-Aquietar la mente es algo muy personal, y
cuando eliminamos ese parloteo incesante, conseguimos crearnos un buen hábito.
-Cuando seamos capaces de sentir alegría sin
ayuda de ningún elementos, notaremos que todo es maravilloso, así que
cultivaremos una actitud mental alegre.