El otro día hablando con mis hermanas sobre
experiencias de nuestra infancia y juventud, me di cuenta de lo mucho que hemos
cambiado las tres.
-El tiempo y las experiencias clave que nos suceden, nos van haciendo mella
y casi sin darnos cuenta empezamos a cambiar.
-Nuestro corte de pelo, nuestra ropa, nuestras
costumbres son diferentes aparte de que la moda también lo es, por eso nos
reímos de las fotos antiguas cuando nos vemos con conjuntos que nos parecen muy
raros aunque en aquellos momentos eran de lo más moderno y estiloso.
- No sabemos muy bien cómo éramos realmente hace
10 años, pero si sabemos cómo somos ahora, porque la familia que formamos, el
trabajo que desempeñamos, el amor, o el desamor nos van marcando surcos que nos
hacen cambiar.
-Es curioso que hay épocas que son fugaces y pasan volando , mientras que otras son tan largas que parece que han durado muchísimo más
tiempo del real, porque las hemos vivido de manera diferente.
-Cuando pasamos por momentos terribles que nos afectan mucho, experimentamos cambios
no solo de carácter, sino también físicos ; es como
si nos hubiéramos ido dejando nuestra alegría y optimismo por los rincones y
notamos un gran desorden interior; ya no hay blancos y negros, sino que jugamos
con un montón de matices y tonalidades.
-Creo que como dijo el gran psicólogo Victor
Franklin: “Cuando no somos capaces de cambiar una situación, nos enfrentamos al
reto de cambiar nosotros mismos”….
-Pero de lo que estoy segura es de que después
de estas experiencias nuevas , ya nunca volveremos a ser los que fuimos, porque
el tiempo nos ha transformado.
-Lo importante es que en cuanto nos demos cuenta
de que estamos transformándonos en alguien diferente a la persona que fuimos ,
deberemos tomar las riendas de nuestra vida, aceptarlo, y crearnos otro yo que
se ajuste mejor a nuestra actual
personalidad, aprovechando la
ocasión para ser mejores de lo que éramos.
- En este
nuevo yo en el que nos hemos convertirlo podemos cambiar lo que no nos gustaba
del antiguo, y así resurgiremos triunfantes de nuestras cenizas cual “Ave Fénix”.
-Buenas noches.