Dicen que los caminos difíciles a menudo
conducen a hermosos destinos.
-Desde pequeños nos hemos acostumbrado a
obedecer, a no cuestionarnos casi nada y a seguir las normas que nos marcaban nuestros
padres, abuelos y profesores.
- Esto
era bastante cómodo y fácil, porque solamente había que seguir el camino que nos marcaban ;
pero en el momento en el que hemos sido mayores, nos encontramos solos ante el
peligro y nos damos cuenta de que no sabemos exactamente lo que queremos.
-Tantos : “¡Tienes que…! y ¡Deberías!, nos
confunden, porque no tenemos que hacer nada ni deberíamos hacer nada que no
deseáramos hacer.
-Somos seres libres y tenemos “libre albedrío”
para escoger lo que queremos, pero el hecho de elegir libremente nos estresa,
porque empezamos a ver que cada elección tiene sus consecuencias positivas y
negativas.
-No sé por qué extraña razón cada vez que nos
sentimos felices porque tenemos algo que siempre hemos querido, empezamos a
darnos cuenta de lo que nos falta, y
esto nos da miedo.
-Si no cortamos este bucle y razonamos que no
nos falta de nada, y que con cada fallo hemos aprendido algo, porque ha sido
una especie de ensayo.
-Con cada error hemos aprendido una lección y
hemos adquirido experiencia. Sin estas experiencias no habríamos llegado hasta
aquí, ni seríamos los que ahora somos.
-Abraham Lincoln, decía “Mis pasos son lentos,
pero nunca camino hacia atrás.”
-La vida hay que vivirla paso a paso, y todos en
un momento o en otro, pasamos por caminos difíciles, pero lo que nos diferencia
de los perdedores es la manera en la que gestionamos nuestros sentimientos en esas situaciones.
-De todas formas en las malas épocas podemos
pedir ayuda a nuestros amigos,
familiares o terapeutas si nos hiciera falta.
-Buenas noches.