Tenemos que asumir una noticia muy importante
que nos afecta a todos:” El resentimiento, acelera el envejecimiento”, así que
si no nos queremos parecer al anciano
Matusalén, tendremos que ponernos las pilas y empezar a analizar nuestros
inadecuados comportamientos y nuestras
actitudes.
-Lo que pensamos, nos afecta mucho, un
pensamiento necesita una elaboración, y cada pensamiento nos produce una
emoción que a su vez pone en marcha un circuito hormonal que tendrá impacto en
los 5 trillones de células de nuestro organismo.
-El resentimiento, como la rabia, el reproche o
la ira, ponen en marcha la secreción de
Cortisol, que es una hormona tiroidea que se libera como respuesta al estrés, eleva el nivel de azúcar en la sangre,y suprime nuestro sistema inmunológico . Es una hormona malísima que corroerá nuestras células y que acelerará el
envejecimiento, además de disminuir la formación ósea
-En cambio, la alegría, la risa, el descanso, y
el buen humor, promueven la secreción de Serotonina, y las personas con altos niveles de Serotonina y con bajo nivel de Cortisol, no
solo son más longevas y viven muchos más
años, sino que tienen mejor calidad de vida.
-Para evitar el resentimiento, lo mejor es
rodearse de la familia, de los amigos que nos quieren, de tus mascotas, tus libros, tu
música, y de todas las cosas que amas.
-Ejercitaremos nuestro cerebro a cualquier edad,
porque la pérdida de facultades cerebrales, no se debe a los años, sino a la
falta de ejercicios adecuados, así que trabajaremos con cosas que nos mantengan alertas, como
informática, idiomas, sudokus, crucigramas…etc, no solo para recuperar
circuitos cerebrales que considerábamos
perdidos, sino para crear nuevos
caminos neuronales, (que es por donde circulan las señales eléctricas de
nuestro cerebro), porque con la rutina,
cada vez tendremos menos.
-Además si en un momento dado, las cosas te van
mal, recuerda que tú no tienes por qué ir con ellas.
-Nunca nos acostaremos sin arreglar una pelea
con un ser querido, porque si dejamos para mañana el momento de arreglarlo, pudiera
suceder que mañana no tuviera arreglo.
-Procuraremos compartir nuestras alegrías y
nuestras penas con los que nos quieren para así disfrutar mucho más y sufrir mucho menos.