-Nuestro cuerpo es muy sabio, y sabe
perfectamente lo que nos conviene.
-A todos nos ha pasado que al ponernos malos con
fiebre, nos damos cuenta de que llevábamos varios días que no estábamos bien, nos
notábamos raros, pero como vivimos esta vida tan estresante, y priorizamos
cualquier cosa por delante de nuestro estado de ánimo, pues no nos hemos dado cuenta hasta que teníamos 39º de
fiebre.
-Nuestro cuerpo nos manda constantemente señales
que tenemos que aprender a descifrar, porque esta vida moderna hace que nos
creamos muy listos, y que nos creamos que casi todo lo arreglaremos con una pastillita.
-Debemos parar de trabajar cuando estemos muy cansados, porque nuestro cuerpo necesita reponerse, y eso solo lo puede hacer mientras descansamos.
-La incomodidad es una llamada de atención que
nos hace nuestro cuerpo cuando tenemos frío, o demasiado calor. Si notamos que estamos incómodos, nos revolvemos
en la silla, y eso significa que nuestro cuerpo nota que estamos poco
abrigados, o muy abrigados, o vestidos inadecuadamente para el viento, el frío,
la lluvia , la nieve, el calor, y nos avisa, y en ese mismo momento, debemos
pararnos y valorar la situación para poner el remedio cuanto antes.
-La sensación de inquietud la hemos sentido todas
mil veces, pero no la hacemos caso, y a lo mejor acabamos en unas urgencias.
-Una amiga mía dice que cuando está con un
cliente comiendo o en una reunión, y empieza a sentirse incómoda, hace lo posible para aplazar la firma, o
lo que sea, porque ya la ha pasado más de una vez que la ha salido todo mal, y
ella notaba que estaba muy incómoda.
-Lo mismo que nos sucede con la comodidad, nos
puede pasar con la alegría, y el sentirnos a gusto, estas son
claras señales de que todo va bien y que estamos en el camino correcto.
-Cuando tenemos un problema que nos preocupa,
suele dar muy buenos resultados “dormirlo”, es decir, intentar relajarnos y
visualizar que a la mañana siguiente todo se va a resolver y desde ese estado Alfa
de relajación al que hemos llegado, nuestro cerebro hará que descansen nuestros
pensamientos y nos unamos con nuestro
subconsciente que es nuestra sabiduría interior donde reside nuestra intuición, y por la
mañana tendremos muchísima más clara la mente para decidir sobre lo que más
nos conviene.
-La sed, es un síntoma muy grave. Cuando tenemos
sed, es que ya estamos un poco deshidratados. Es un mecanismo esencial de
regulación del contenido del agua de nuestro cuerpo, porque nunca recordamos
que somos ¾ partes de agua, y necesitamos estar hidratados adecuadamente, y
cuando no lo estamos, el volumen de agua de nuestro cuerpo baja, y nuestro
cerebro nos avisa con la sensación de sed. Lo más sano es beber cada cierto
tiempo aunque no tengamos sed.
-Cuando tenemos asuntos profesionales importantes
en los que necesitamos encontrar la solución más adecuada, muchas veces, nos callamos la mejor
solución, y tendemos a escoger la que creemos
que prefieren los otros; por eso nuestro cuerpo nos manda mensajes a las
terminaciones nerviosas y notamos inquietud.
-Tenemos que aprender a decidir nosotros. No necesitamos la
aprobación de los demás, porque la mayoría de las veces valen menos que
nosotros aunque no lo creamos, es duro, pero al conseguirlo notaremos una gran
sensación de libertad.
-Tenemos que querernos y respetarnos a nosotros
y a nuestras ideas, y dejar de hacer más caso a cualquiera que a nosotros
mismos. Recordaremos que debemos ser siempre nuestro abogado defensor, no
nuestro fiscal.
-Si lo escuchamos, el Universo está de nuestra
parte, y en cuanto dejemos de enfadarnos con
nosotros mismos, nos sentiremos muchísimo más conectados con nuestra conciencia interior, que es fruto de nuestra experiencia,
de nuestra genética y del Universo en el que vivimos.